El Ministerio de Educación publicó el Plan Nacional de Emergencia del Sistema Educativo Peruano, el cual consta de seis ejes: recuperación y consolidación de aprendizajes y retorno a la presencialidad, desarrollo profesional docente, innovación tecnológica y competitividad educativa, la educación superior, la atención integral de las poblaciones rurales, indígenas, afroperuanas y personas con discapacidad y descentralización.
Bien que tengamos un Plan, pero preocupa de sobremanera que el mismo contemple que a junio de 2022 solo se tendrá el 50% de escuelas con clases presenciales o semipresenciales.
Al respecto, en el CADEx Activando la Educación, el propio ministro Juan Cadillo destacó que 245 mil alumnos han dejado la escuela; es decir, el cierre de las instituciones educativas por la pandemia ya implicó que miles de alumnos abandonen los estudios, cifra que se podría agravar si las mismas continúan cerradas. El ministro también señaló que 2,4 millones de escolares de entre 4to de primaria y 5to de secundaria carecen de internet y computadora, lo cual evidencia que la educación remota tiene serias limitaciones.
La reapertura de las aulas debe acelerarse, pero no a lo mismo; es momento de reimaginar y reestructurar la educación, que permita formar ciudadanos y ciudadanas que construyan proyectos de vida que impulsen una sociedad más justa, inclusiva y productiva.
Seguir con las escuelas cerradas implica que se sigan perdiendo alumnos y aprendizajes, que se siga limitando la necesaria socialización de los niños y los adolescentes y que, con ello, se siga debilitando su salud emocional.
Estamos en el punto más bajo de la pandemia, con los profesores vacunados o a punto de estarlo, y contamos con la experiencia de países que incluso con la pandemia muy activa pudieron retomar las clases, con los debidos protocolos, sin que ello implicase que se desaten los contagios.
En atención a ello, UNICEF, UNESCO y múltiples organizaciones se han manifestado haciendo un llamado a acelerar la reapertura.
Nos sumamos a ese llamado. Los costos de mantener cerradas las escuelas están siendo altísimos para los niños y sus familias. Reabrirlas antes de este fin de año debe de ser la meta.