El Tratado Lozano-Salomón, de 1922, delimitó la frontera peruana colombiana acordando que sería peruana la isla Chinería, aunque cedió a Colombia el “Trapecio Amazónico” incluyendo el puerto de Leticia, ambos en el río Amazonas. Fue un tratado lesivo a nuestros intereses, firmado por Augusto B. Leguía.

Hoy en el límite encontramos Leticia colombiana con 54,000 habitantes, Tabatinga brasileña con 64,000 habitantes y la isla Chinería peruana con 5,000 habitantes y de ellos 3,000 en Santa Rosa.

Hacia 1970 un fenómeno natural separó la parte sur y formó la llamada isla Santa Rosa. Con el paso del tiempo el nivel del río ha disminuido y Santa Rosa como Chinería han vuelto a ser una sola, mientras que Leticia ve peligrar su rol como puerto en el Amazonas.

Tras el 7 de diciembre 2022 y la asunción de Dina Boluarte como presidenta, las relaciones entre países se tensaron. Gustavo Petro, presidente colombiano, calificó el juicio contra Pedro Castillo como violatorio de la Convención Americana de Derechos Humanos, mientras que Boluarte le negó el saludo a Petro el 26 de mayo 2025, durante la juramentación de Daniel Noboa presidente del Ecuador.

Este 7 de agosto Petro ha declarado erradamente que “Colombia no reconoce la soberanía del Perú sobre la denominada isla de Santa Rosa”.

Santa Rosa es peruana, sus pobladores se reconocen peruanos. Los cambios naturales del cauce no modifican límites, los presidentes Dina Boluarte y Gustavo Petro deben comportarse como estadistas sin caer en enfrentamientos personales que dañen y afecten relaciones e intereses nacionales.