La Junta Nacional de Justicia entró en funciones en mandato de una reforma constitucional, por el escándalo de corrupción que se dio a conocer en el Consejo Nacional de la Magistratura-CNM. En ese contexto, una de las principales tareas que se le asignó en la Ley Orgánica a la nueva entidad es la revisión de las designaciones realizadas por el CNM. Esta tarea tan delicada que tuvo un plazo de 6 meses NO HA SIDO EJECUTADA hasta la fecha, solo prórrogas para poder ejecutar dicha tarea.

El proceso de selección para los miembros de la Nueva Junta Nacional de Justicia, se ha generado en una época sumamente crítica, inmediatamente después de  la elección del defensor del Pueblo y entre el enfrentamiento entre el Congreso y la JNJ que terminaron con destituciones y reposiciones, todo lo cual motivó que interesantes figuras del medio jurídico no se presentaran al proceso de selección.

Las normas mandan que la convocatoria se realice 6 meses antes del término de funciones del pleno de la JNJ. En ese contexto, se diseñó un proceso de selección que mantuvo las líneas centrales del realizado con anterioridad, el cual está finalizando eligiendo a los miembros titulares y accesitarios. Cabe señalar que, los candidatos finales fueron filtrándose en el proceso de selección.

Las personas que han sido nombradas para tan alto cargo, han afrontado un proceso de examen escrito, evaluación de documentos y entrevista personal, proceso que particularmente a mí no me gusta, pues una persona con trayectoria no debería ser sometida a un examen de evaluación de conocimientos o de cursos y diplomas. Desde mi perspectiva, el proceso debe estar basado en la evaluación de la carrera profesional y, sobre todo, en la ética del desempeño de la profesión.

Hoy se critica que haya personas con experiencia en cargos de elección popular, pero ello no está prohibido, así que habrá que mantener la confianza en ellos. Otro tema es el de un candidato que tiene casi la edad límite para el desempeño del cargo. Allí habrá que evaluar cómo juega la reforma constitucional que elimina la edad máxima. En líneas generales, considero que la renovación es necesaria para refrescar a una institución con responsabilidades tan fuertes.

La JNJ debe terminar los miles de procesos de ingreso y ascenso en la carrera judicial y debe continuar con esas iniciativas para hacer desaparecer a los magistrados provisionales y supernumerarios, que son uno de los grandes problemas en el sistema. En esos procesos debe mantener reglas claras para dejar explícito que no estará beneficiando a los intereses de sectores políticos. A la par debe investigar a los magistrados supremos, fueran fiscales o jueces, cuando estamos ante el incumplimiento de funciones, pues en los últimos meses hemos visto una serie de enfrentamientos en las altas esferas del poder fiscal que ameritan el uso de las facultades que tiene la JNJ.

Espero que los nuevos funcionarios estén a la altura de las circunstancias y permitan contribuir a la necesaria reforma y mejora del sistema de justicia.