Liderazgo, clima
Liderazgo, clima

Al haberse iniciado las clases es conveniente tener presente que el liderazgo educativo permite la viabilidad de una gestión eficiente y trasparente; el desarrollo de los conceptos de inclusión, interculturalidad y convivencia democrática, y la generación de sentimientos de identidad y pertenencia institucional. Igualmente, la innovación, la capacitación y la superación profesional, la promoción de la práctica de valores y actitudes, la participación interactiva, crítica y constructiva, y la construcción de un clima escolar positivo.

El clima escolar del centro de enseñanza es el ambiente institucional que se genera a partir de las vivencias cotidianas y las conductas de los directivos, maestros, personal administrativo, alumnos y padres de familia. Para que impacte favorablemente en los aprendizajes de los niños, niñas y adolescentes es necesario que haya confianza en las capacidades de los profesores y alumnos, así como motivación como un conjunto de fuerzas que impulsan a los actores educativos -individualmente y como equipo- hacia el logro de la misión del colegio. Asimismo, tolerancia para analizar y debatir ideas diversas sobre los mismos temas y respetar los distintos saberes que aportan las personas; vínculos empáticos, armoniosos, confiables y afectuosos; valoración y respeto mutuo a la diversidad; y, naturalmente, principio de autoridad y disciplina laboral.

Por lo tanto, resulta importante que nuestros directores tengan un consistente liderazgo educativo y que los actores formativos del colegio tengan en cuenta siempre que, en el marco de un buen clima escolar, educan todos y todas con el ejemplo. De este modo, se contribuye decisivamente a la construcción de aprendizajes significativos en el marco de una sólida formación integral.