El 2024 ha sido un buen año para la recuperación del sector pesquero, luego del duro golpe sufrido el 2023. A lo largo de este año, se realizaron faenas de pesca de anchoveta, de manera sostenible que generarán cerca de US$ 3,000 millones en exportaciones; más ingresos para el Estado para la construcción de más colegios, hospitales, carreteras y demás obras en beneficio de todos los peruanos.
Ello ha sido posible gracias a que las condiciones oceanográficas fueron favorables para la anchoveta y a que se tomaron decisiones oportunas en las aperturas de las temporadas, permitiendo que miles de pescadores y sus familias mejoren su calidad de vida.
La pesca de anchoveta es un actor clave en la economía nacional, así lo han destacado los expertos y autoridades; pero, además, nuestra principal pesquería ha sido reconocida por diferentes personas e instituciones muy respetadas, poniéndola como ejemplo a seguir por otras pesquerías en el mundo, una realidad que nos debe llenar de orgullo a todos los peruanos.
Sin embargo, como han señalado los expertos en la materia, lo malo del 2024 fue la aplicación abusiva de la norma de extinción de dominio, incautando embarcaciones a las empresas pesqueras y poniendo en riesgo el empleo de sus tripulantes.
Por último, lo feo del 2024 ha sido la campaña de desinformación que ciertas ONG emprendieron en contra de la pesca industrial con el propósito de afectar su reputación; a pesar que, durante más de 72 años, respeta la regulación vigente, contribuye al desarrollo sostenible de nuestro país y trabaja comprometido con el cuidado de los ecosistemas.
Esperemos que el 2025 sea un buen año para todos. ¡Feliz año nuevo!