Los sismos de Arequipa (2001) y Pisco (2007), ambos con magnitud M8.0, evidenciaron que las viviendas pueden ser dañadas por dos factores: la calidad de los materiales de construcción y la calidad de los suelos donde se construyen.
Las ondas sísmicas recorren diferentes tipos de suelos y soportan procesos que las modifican, cuando atraviesan suelos rocosos se atenúan, pero se amplifican cuando atraviesan suelos blandos (finos, arenosos y arcillosos).
Los suelos blandos, al someterse a las fuertes vibraciones producidas por un sismo, pueden experimentar
(1) efectos de licuación, donde el suelo pasa de un estado sólido a uno semi-fluido, volviéndose inestable y las edificaciones sobre ellos se hunden o colapsan con mayor facilidad;
(2) asentamientos diferenciales del suelo, que por presentar baja capacidad portante o de carga, sufren un reacomodo de sus partículas y las edificaciones pierden apoyo en su base, generando su inestabilidad, daños o colapso;
(3) Efectos de resonancia, cuando las edificaciones vibran de la misma manera que los suelos, generando el rápido incremento del nivel de sacudimiento y las edificaciones sufre daños y, si este suelo es blando se incrementaría el potencial de daño y/o destrucción, este es el mayor peligro ante un sismo.
A esto se suman los suelos con relleno antrópico (desmonte, escombros, desechos, etc.), cuyo comportamiento ante un sismo es complejo y se les considera de alto peligro. Las investigaciones del comportamiento dinámico de los suelos que desarrolla el Instituto Geofísico del Perú buscan identificar y delimitar los suelos que pueden causar daños severos en las edificaciones e infraestructuras de una localidad ante la ocurrencia de sismos de gran magnitud.
Nuestro país está en una zona altamente sísmica y de las experiencias vividas durante los terremotos, debemos aprender a mitigar sus efectos, conociendo el tipo de suelo donde se construirán las viviendas para reducir la vulnerabilidad ante la ocurrencia del próximo terremoto. En el IGP seguimos haciendo Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar.