No es un secreto que el Perú se encuentra en un momento crucial para su desarrollo económico. La participación activa en los mercados internacionales y la atracción de inversores son fundamentales para el despegue que tanto anhelamos. En este contexto, la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se presenta como una plataforma invaluable, y su realización en nuestra capital es una oportunidad que no podemos subestimar.

Con la llegada de delegaciones de 20 economías, entre ellos 16 jefes de Estado o de Gobierno, Lima se convierte en el epicentro mundial. La visita del presidente de China, Xi Jinping, y su encuentro con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, colocan a nuestro país en el centro de la atención global. Sin embargo, a pesar de la magnitud de este evento, la percepción de la ciudadanía es preocupante. Muchos peruanos sienten que los beneficios de APEC no se reflejan en su vida cotidiana, y la sensación general es de descontento. Eso tiene que cambiar.

Es momento de que los peruanos reconozcamos el valor de este foro. APEC no solo tiene el potencial de potenciar nuestra economía y atraer inversión, sino que también puede fortalecer los lazos con otros países y generar acuerdos que beneficien a nuestra nación. Debemos trabajar juntos para dar una buena imagen y demostrar que el Perú es un país abierto al diálogo y al desarrollo.