Un nuevo momento de la disputa política entre el Congreso y el Poder Ejecutivo transcurre estos días. La presentación de cuestión de confianza por la derogatoria de la Ley 31399 ante el Congreso por parte del presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, nos lleva a plantear si estamos frente a una primera cuestión de confianza (sostiene el Congreso) o una segunda cuestión de confianza (posición del Ejecutivo), ya que la primera habría sido por la derogatoria de la Ley 31355 que limita las materias sobre las que puede presentar cuestión de confianza el Poder Ejecutivo.

Según lo manifestado por Torres, de no aprobarse la derogatoria planteada, considerarán como denegada la cuestión de confianza dando lugar a su renuncia y a la del Gabinete en pleno, es decir una crisis ministerial en confrontación directa con el Congreso.

Aunque enfrentamos una crisis sanitaria y económica, así como una sequía en curso, y la crisis alimentaria agudizada por la guerra de Ucrania, continúa la pugna entre los poderes del Estado, sin que su prioridad sea resolver los problemas de fondo del país.

Insistimos en la necesidad del diálogo entre las diversas fuerzas política, en particular las del progresismo democrático, para avanzar en una verdadera reforma político electoral que ayude a construir y desarrollar organizaciones políticas sólidas y democráticas, que respeten el equilibrio de poderes, ayuden a combatir la corrupción, profundicen el proceso de descentralización del país, planteen una verdadera y efectiva reforma tributaria, y apuesten por la construcción de un Estado con presencia en todo el territorio nacional.

Esta nueva escaramuza política entre dos poderes del Estado, no avanza ni hacia la vacancia presidencial ni en la disolución del Congreso. Ninguno de los bandos está dispuesto a irse. Buscan deshacerse del rival político, pero no olviden que siguen creciendo las voces porque se vayan todos.