No es la primera vez que este Congreso tiene que dar marcha atrás en una ley y generar otra nueva para corregir un error que convirtieron en norma.
Pero no por eso deja de preocupar que, pese a la cantidad de ojos que la vieron, se apruebe, por ejemplo, una norma que elimina la detención preliminar sin que nadie se diera de los problemas a la justicia que esta norma ocasionaría o ¿ es que no quisieron hacerlo?
Para qué se pagan millones de soles a asesores si se van a aprobar leyes que dejan en libertad a los peores delincuentes de este país, entre ellos varios dirigentes políticos que deben estar muy felices.
Lo peor es el Poder Ejecutivo no es más que una simple mesa de partes del Congreso y no lo pueden negar porque el propio ministro de Justicia, Eduardo Arana, reconoció que recién van a evaluar la norma. ¿No debieron hacer esto antes de promulgarla?
Así las cosas, que el Congreso haya aprobado esta norma sin darse cuenta del daño que causaba demuestra la calidad del Parlamento, y que el Ejecutivo la promulgara por mero trámite demuestra que está subyugado.
La tercera opción es que sí sabían el daño que perpetraban al sistema de justicia y, pese a ello, lo hicieron porque son cómplices del crimen y que ahora, al verse descubiertos, tratan de dar marcha atrás.
