Diciembre fue especialmente nutrido en abrir posibilidades de desarrollo comercial para el Perú, nos referimos al arribo del primer vuelo directo entre Salt Lake City, Utah y Lima, realizado por la línea aérea Delta.
Está conexión implica, para emprendedores nacionales, la posibilidad de concretar planes de negocios basados en que la segunda comunidad latina en el Estado de Utah es peruana y que se trata de una colectividad activa, pues impulsó la primera exhibición de la ceremonia del Inti Raymi realizada en el extranjero, que se ha convertido en una práctica anual que plausiblemente el municipio de Cusco ha seguido realizando con especial dedicación.
Pero esta propuesta comercial no se limita a conectar dos ciudades, sino va más allá de éstas, como lo demuestra la actual exportación de mangos de nuestro país a Utah, que luego son reexportados a Corea del Sur, evidenciando el verdadero alcance que esta ruta comercial puede ofrecer a emprendedores futuros.
La delegación visitante, presidida por el presidente del Senado de Utah, Stuart Adams, amplió su visita al Cusco, donde sostuvieron una reunión de trabajo con representantes de diversas instituciones locales, convocadas por la Oficina de la Cancillería en esa ciudad.
Oportunidades como ésta implican un atractivo reto, tanto para el sector privado como para el público, que están llamados a determinar una acción conjunta, dirigida a concretar los intercambios comerciales suficientes que aseguren la continuidad de esta ruta aérea que no solo aproximará a comunidades peruanas residentes en el exterior con nuestro país, sino que también podría impulsar nuevas oportunidades de negocios que dinamicen circuitos productivos que incliso involucrarían a economistas del interior del Perú. La oportunidad está puesta sobre la mesa, veremos cómo responden los actores convocados para su gestión.




