De verdad hay que ser un desperdicio de ser humano para patear a un niño. A un niño que huye, todavía más. Algo debe fallar en tu interior para ver a un tipo desesperado, corriendo con su hijito en brazos y meterle cabe. Y luego, cuando el desgraciado se va de cabeza al suelo -ni las manos puede poner por la criatura que carga- voltear con tu cámara y grabar a ambos tranquilamente. Pensando en la toma para abrir tu noticiero.

Por Gastón Gaviola ()

Hay cosas que no podemos evitar, porque ya han sucedido,  y la foto de su cadáver de 3 años varado en una playa turca. La criatura murió y aunque con su tragedia millones de personas advirtieron sobre la desgracia que viene sucediendo en un lugar que ni siquiera saben ubicar en un mapa, el niño muerto está.

Pero la mujer sigue de este lado de las cosas (lo que no significa que merezca la muerte). Me refiero a Petra Lázló, la camarógrafa de la cadena de televisión húngara N1TV que ayer se hizo famosa porque mientras grababa en un paso fronterizo entre Hugría y Serbia, . Primero se vio la toma de la que acabo de hablar, con el hombre cayendo por la pierna en alto que la fulana le deja.

Con eso empezó la indignación, de la gente criticando que era el colmo que hiciera tropezar a alguien solo para tener una toma más impactante. Otros incluso dijeron que todo era una exageración y que la mujer solo levantaba la pierna precisamente para evitar chocar con el sirio que escapaba de la policía local. Hasta que un colega suyo, camarógrafo también, se hartó y colgó un segundo video. Corto, pero más que suficiente.

Petra Lázló sigue con la cámara en la mano y trata de patear a todos los que puede. Uno de los sirios que huye le pasa por el costado, y al no poder alcanzarlo con un puntazo, le pega con el talón desde atrás, como si fuera la coz de una mula. Luego venía una chiquilla corriendo de la mano de un hombre. Escogió a la niña. A ella si le encajó la patada en toda su plenitud. Y luego siguió grabando.

Cuántos más habrán sido atacados por esta mujer. Su canal la despidió en el acto para que no caiga duda sobre ellos, una cadena televisiva financiada por el partido de ultraderecha Jobbik, que en la línea de sus creencias extremistas, apoya la xenofobia. Sobre la propia Lázló se sospecha que está afiliada al movimiento antimigrantes “Por una mejor Hungría”.

Esta vez las redes sociales fueron indispensables. En vez de cadenas de intención, o paginas de indignados o ilustraciones de niños muertos lavados por la marea, aquí se hizo algo concreto para cambiar las cosas. No se montó una campaña de “Chapa tu camarógrafa y déjala paralítica” para castigar. La cosa fue mucho más útil. Y más civilizada. Quedó expuesta al mundo entero, marcada para siempre como la mujer que patea niños asustados que huyen de la guerra. A ver quién la contrata ahora.

Hay gente que se molesta y que se ofende por lo del carnet de prensa de Susy Díaz. A mi particularmente, me da más vergüenza que esta mujer pertenezca al mismo gremio que yo.

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