Perú: ¿imposible o invivible?
Perú: ¿imposible o invivible?

Érase un país en el que todo resultaba inservible. El Poder Judicial no servía para nada, según el Congreso de la República. Pero este tampoco servía para nada, según la rotunda sentencia promulgada por los jueces y fiscales que juzgan a las "mega-comisiones" y sus mega-errores: sentenciaron que sus investigaciones son un inculto mamarracho...

Resulta que en este país no se puede gobernar provincias, distritos, departamentos e instituciones estatales sin notables dosis de parentescos, afinidades, intimidad financiera, ambiciones contagiosas y delincuencia mal disimulada. Los presidentes de ciertas regiones parecen aplicados postulantes a las rejas... ¡si los atrapan! Las acusaciones penales se amontonan en montañas de expedientes que duermen: pero no cualquier sueño, sino el de los inocentes... (Ejemplo ilustrativo: hace muchísimos meses, el Emperador de Cajamarca, Gregorio Santos, luego de sus notables atropellos a la ley, el orden y la Constitución, fue acusado de seis (6) delitos penales. ¿Y...? No concluyó ningún proceso: el sueño de los inocentes).

Los congresistas que esperan quedarse en el cargo muerden a quien suponga que es hora de irse. Y los que eligieron semejante Congreso con sus inmaculados votos, ¿habrán advertido ya que han edificado un penoso e inservible dinosaurio: lo que menos necesita una democracia? Las reelecciones ¿dependerán solo de las billeteras, único valor que cuenta a la hora de escoger gente? ¿Qué hacer para que el país oficial, estatal, congresal -hoy por hoy inservible- no termine en país invivible...?