Esta semana se conmemoró el Día Mundial de la Pesca, una fecha para valorar el compromiso y esfuerzo de los miles de pescadores y empresas que trabajan en el mar peruano, uno de los cinco más productivos del mundo.
Proteger la vida en nuestros océanos es fundamental y debe seguir siendo una prioridad para todos los actores del sector y así garantizar su aprovechamiento sostenible en favor de las presentes y próximas generaciones. Una evidencia concreta de dicho compromiso es lo conseguido en nuestro país en la pesquería de anchoveta; cuya biomasa estable y saludable de 9 millones de toneladas en promedio en los últimos años, se debe a una regulación eficiente, al compromiso de científicos, empresarios y pescadores; en resumen, al trabajo responsable de todos los actores que nos tomamos en serio el desarrollo y aprovechamiento sostenible desde hace más de una década.
Recordemos que la pesca industrial de anchoveta genera 250 mil puestos de trabajo; alrededor de US$ 2,500 millones en exportaciones de harina y aceite de pescado, ingredientes marinos de alta demanda para la industria acuícola, que crece cada día. Los recursos del mar peruano son parte de la solución al problema alimentario. Así lo entendemos en la Sociedad Nacional de Pesquería y a través de Armada de Hierro, nuestro programa de responsabilidad social, hemos entregado más de 53 mil kilos de pescado a las poblaciones más vulnerables con el propósito de combatir la anemia infantil y la inseguridad alimentaria por la que atraviesan miles de peruanos.
Para seguir creciendo y consolidarnos como una potencia pesquera, es fundamental promover el desarrollo y aprovechamiento sostenible cuidando los recursos, eliminando la informalidad y las actividades ilegales, trabajando en armonía con el medio ambiente y fortaleciendo las comunidades donde estamos presente, y en ese compromiso trabajamos cada día.
