María Corina Machado ha sido elegida de forma masiva por la oposición venezolana para postular como candidata única antichavista en las elecciones generales de 2024, en las que se pretende desalojar del Palacio de Miraflores al tirano Nicolás Maduro y acabar con los casi 25 años de “revolución socialista” que solo ha traído falta de libertades, miseria, migración masiva en las peores condiciones y muerte en un país que era muy rico gracias, principalmente, a sus descomunales reservas de petróleo.
Sin embargo, las cosas acá no son tan fáciles. No será una elección justa ni transparente como las que tendrían que darse en cualquier país con un mínimo de democracia. La exdiputada Machado se enfrentará a una mafia hedionda que domina todas las entidades del Estado, incluso la Contraloría General, que tiempo atrás inhabilitó a la postulante para la función pública, y el sistema electoral. Sin duda, el primer obstáculo a vencer por la dama será lograr la inscripción de su candidatura.
Estemos seguros que Maduro, el rabioso de Diosdado Cabello y todo el chavismo enquistado en Venezuela desde hace 25 años, incluyendo a varios generales y almirantes corruptos, no se irán tan fácilmente a sus casas, pues toda la camarilla que detenta el poder sabe que apenas vuelva la democracia y si no logran fugar a Cuba, Irán, Libia o a Yemen, tendrán que afrontar juicios que de hecho harán que terminen sus días en la cárcel por violaciones a los derechos humanos y millonarios robos.
La candidatura de Machado también tendrá que hacer frente a los venezolanos que viven gracias al clientelismo que ha generado el régimen con recursos públicos. Como en toda dictadura, hay gente que ni trabaja y recibe prebendas del régimen iniciado por el fallecido Hugo Chávez y continuado por Maduro, quien irá por su segunda reelección. Esta masa que es la base incondicional del chavismo, no va a permitir tan fácilmente la salida de quien le da de comer a cambio de su apoyo político.
Todo ciudadano del mundo que crea en la democracia y las libertades, tiene que estar a favor del triunfo de la señora Machado no porque sea ella, sino porque luego de muchos años de irresponsable dispersión, la oposición ha logrado unirse para tratar de dar batalla en las urnas a una tiranía impresentable que ha hecho mucho daño al mundo entero, pero sobre todo a millones de venezolanos como esos que han tenido que migrar incluso a pie, para terminar en ciudades como Lima o Quito pidiendo limosnas con sus hijos en brazos.