Políticos avestruz
Políticos avestruz

Para el Perú, que presume de estar definitivamente instalado en la modernidad y con tasas de crecimiento económico envidiables en Latinoamérica, el caos vial en calles y carreteras, con su estela de muertos y millonarias pérdidas de horas-hombre, además de perjuicios materiales, no tiene otra explicación que no sea o la incompetencia manifiesta de sus autoridades o los millones de soles que corren cada año y por lo bajo para mantenerlas en el estado de inoperancia en el que se encuentran. Señores alcaldes, congresistas y ministros: reconozcan en qué lado de la línea se encuentran y hagan algo –¡pero de verdad!– para que la situación cambie hacia una solución inteligente, práctica y definitiva.

Se necesita tomar al toro por las astas y establecer una sola autoridad para el control del tránsito y la fiscalización de unidades –tanto de transporte público, privado y de carga– que circulan a nivel nacional. Y en la capital, donde se concentra el grueso de esta problemática, se requiere de un solo responsable que norme y penalice –¡pero de verdad!– el incumplimiento de sus directivas. Mientras la alcaldesa de Lima y el ministro de Transportes se tiran la pelota esgrimiendo mil y una explicaciones, los ciudadanos exigen SOLUCIONES. Su ineptitud solo favorece a quienes aseguran que la democracia es incapaz de poner orden en el país.

Lo mismo puede decirse de un conjunto de decisiones relevantes para nuestro desarrollo institucional y que simplemente no se toman. Por ejemplo, la elección de magistrados para el Tribunal Constitucional y de un nuevo Defensor del Pueblo por parte del Congreso. Hoy, ante años de postergaciones, solo cabe maliciar que el statu quo favorece, aunque no lo reconozcan públicamente, tanto al oficialismo (que no mueve un dedo por elegir y relevar a los magistrados actuales, y por tanto aspira a que "le deban" su permanencia en el cargo) como a parte de la oposición (que años atrás fue mayoría y "los llevó" al TC). Así, mientras todos proclaman que ya sale el nombramiento, en realidad miran intereses, algo que solo variarían si les permitiésemos consagrar la "repartija" que frustró la elección en julio pasado.

Estos son los políticos que elegimos. Observe a sus "líderes" en el Parlamento y dentro y fuera del Gobierno, y recuérdelo la próxima vez que vaya a votar. Con todos los problemas que nos agobian

–inseguridad, malos servicios públicos y de salud, entre otros– nosotros no tenemos que seguir haciendo como el avestruz. No más.