GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Un partido popular defiende la libertad responsable, la libertad con dignidad. La libertad integral basada en un humanismo solidario que reconoce la importancia de la persona como actor político, pero siempre dentro de una comunidad orientada a la búsqueda del bien común. El hombre no es el lobo del hombre. El hombre es para el hombre “persona” y no un medio o instrumento. El Estado de derecho se construye en torno a esta noción de derecho natural y el edificio de nuestras leyes positivas no puede transgredir este principio metajurídico. La legitimidad del sistema jurídico está en función del reconocimiento de este carácter fundacional del orden público: la libertad personal siempre es responsable con el bien común. No es lo mismo libertad que libertinaje.

El Estado surge para proteger esta libertad, no para promover la anarquía falsamente liberal. La libertad de la persona debe ser protegida siempre en un marco de colaboración solidaria y responsabilidad. Se trata, por tanto, de una libertad para los demás, no del egoísmo anarco-capitalista en el que no existe ningún esquema de control ni contrapeso.

A lo largo del siglo XX, la libertad responsable ha tenido que enfrentarse tanto al capitalismo salvaje, que distorsiona el rol de la libertad en el bien común, como al colectivismo maniqueo, creador de tiranías megalómanas disfrazadas de “ciencia” absoluta. La libertad responsable no es la libertad del liberal egoísta, que no reconoce más freno que su voluntad. La libertad responsable se opone radicalmente al marxismo totalitario que aspira al control mental. Un partido popular es un partido de patriotas libres, no una máquina exclusivamente electoral.