No asegurar, sino apenas insinuar que no ha muerto la ideología fanática y criminal que Abimael Guzmán sembró en 1980, merece la inmediata grita de la caviarada: ¡están terruqueando!, ¡están terruqueando! Ojo: no es la izquierda extrema la nueva fachada legal de SL. La que nos sale al frente son esos intelectuales y políticos que se consideran “progresistas” y que han sabido infiltrarse desde el 2000 en todos los gobiernos, desde Valentín Paniagua, pasando por el derechista PPK hasta el senderoide de Pedro Castillo.

Para ellos, obviamente, ya no existe Sendero Luminoso. No les conviene que exista. Estos “sacha patriotas” quisieran que los dejen seguir “construyendo” la democracia peruana y “combatiendo” la corrupción como lo vienen haciendo desde hace 20 años, con los nefastos resultados que conocemos.

Quieren negar en todos los idiomas al neosenderismo, pero allí está el militarizado PCP del Perú en el VRAEM, y el MOVADEF y el FENATE en Lima. Y por primera vez nuestro Congreso tiene marxistas-leninistas-maoístas (muy probablemente del “pensamiento Gonzalo”). La realidad, señores, no terruquea, la realidad nos muestra terroristas disfrazados de demócratas, usando mejor que Guzmán todos los resquicios de la “legalidad burguesa”.

Los que no somos “pulpines” vivimos en la década de los 80 esa pesadilla de amenaza totalitaria que hoy se ha borrado de la “narrativa” oficial escrita por los caviares. Lo que para estos vividores y presupuestívoros es ‘terruqueo’, para nosotros es conciencia del peligro que nuevamente se cierne sobre nuestra democracia, entendida como un sistema de libertades y oportunidades para todos los peruanos sin excepción.

Seguiremos por eso batallando contra la mentira y la irresponsabilidad de quienes viven de la política y del presupuesto nacional, y tienen el cinismo de venderse como defensores calificados de la democracia.

#despiertaperudespierta