Hace varios años que el fantasma de la inflación no rondaba nuestro país. Sin embargo, ésta ha vuelto a aparecer, y tal como lo indica el último reporte del INEI, la inflación de agosto es la más alta de los últimos 54 meses.

Ello no es sólo un dato estadístico, sino que tiene un impacto real en la vida y economía de todos los peruanos, traduciéndose lamentablemente en el alza del precio de 380 de los 532 productos que conforman la canasta básica familiar; siendo el jurel, por ejemplo, uno de los que más incremento ha sufrido.

Afortunadamente, este hecho podría ser rápidamente solucionado si el Ejecutivo decidiera, mediante una simple resolución, autorizar pescar las 30 mil TM de la cuota pendiente de asignar desde el primer trimestre de este año a la flota industrial, y así aprovechar un recurso que solo se puede encontrar durante esta temporada por ser altamente migratorio.

Cómo lo hemos señalado en reiteradas oportunidades, cuando la flota industrial abastece el mercado con este producto altamente nutritivo y aliado indiscutible contra la anemia, el jurel llega a la mesa popular con precios accesibles que oscilan entre los S/ 2 y S/ 5 el kilo.

En política pública es necesario meritar todas las aristas de una decisión y lo fundamental es identificar quien gana y quien pierde con la adopción de tal o cual política. Desafortunadamente en este caso, queda claro que por falta de decisión perdemos todos los peruanos; en especial los hogares más vulnerables, que deberían ser siempre el foco de cualquier política.