Parafraseando está frase del año 64 DC, cuyo significado es ¿Adónde vas?, intentare hacer un análisis, de lo que está sucediendo en el Perú desde la vacancia del expresidente Martín Vizcarra y la posterior salida de Manuel Merino, que sumió al país en una crisis de inestabilidad y violencia social, con muertos y heridos azuzado por algunos malos políticos deseosos de poder, so pretexto de un golpe de Estado.
Antes de esto, fuimos testigos del mal manejo de la pandemia, que se descontroló por falta de camas UCI, carencia de oxígeno, gente muriendo en las calles, hospitales colapsados, más de un millón de contagios, y cambios de ministros de Salud. La lucha contra la pandemia no fue realista, sino de tipo ideológico y populista.
No se controlaron los paraderos informales, lo que originó la expansión del contagio. Tampoco hubo control sanitario, ni evacuación inmediata. No se aplicaron pruebas moleculares, sólo las rápidas sin resultados eficaces. Se crearon comandos de todo tipo, pero no se convocó al Consejo de Seguridad y Defensa Nacional. Imperó la corrupción en la compra y distribución de víveres, así como en la adquisición de diversos artículos como raciones envasadas y mascarillas individuales. Se rechazó la ayuda de mineras que apoyaban con oxígeno y no se empleó una adecuada campaña de distribución logística en base a la Iglesia, Cáritas y las FFAA.
Mientras tanto, hubo descontentos en todos los sectores, también aumento de la criminalidad organizada y común, esfuerzos nulos para detener el TID y la micro comercialización de drogas, así como el aumento de robos, lo que originó más percepción de inseguridad.
Recrudeció la violencia en el VRAEM con tres fallecidos en las últimas semanas. Son jóvenes que cayeron defendiendo la patria (sin prontuario policial), que no tuvieron mayor reconocimiento. Más honores vimos con los fallecidos en las marchas. Incluso se les llamó pomposamente “Héroes del Bicentenario”. No olvidemos las palabras del presidente resaltando el valor y la entrega de ambos. ¿Y de los heridos y fallecidos del VREAM qué se dijo?
La situación en el Perú se torna difícil. Por eso es la pregunta. ¿Hasta dónde llegaremos? O, mejor dicho, ¿hasta cuándo aguantaremos?