Sin tibiezas, hay que decir que desde el gobierno del general Juan Velasco Alvarado, el sector educativo fue monopolizado por el marxismo y la izquierda. No solo tomaron el magisterio y la estructura administrativa del Ministerio de Educación, sino que también manipularon la currícula y el enfoque educativo. Los resultados de este proceso han sido nefastos para el país: pésima calidad educativa, maestros que promueven la ideologización, infraestructura deficiente y administración indolente, todo el perjuicio de niños y jóvenes.
Los gobiernos que siguieron pecaron de tibieza. Pensaron que los marxistas iban a “moderarse” o a pensar en el bien de nuestros hijos. Tremendo error, un comunista solo piensa en su lucha a largo plazo. Por eso es que nada ha cambiado en la educación peruana. En pleno bicentenario de la República, necesitamos un cambio de 180 grados: necesitamos sacar al nefasto Marx de la educación peruana.
Empezar por lo básico, retirar de los nombres de los colegios públicos a los personajes que tanto daño le han hecho al pais. Por ejemplo, son 167 instituciones educativas llamadas “Juan Velasco Alvarado”. ¿A quién se le ocurrió? Además, proscribir el uso de nombres comunistas o terroristas para nombrar a promociones: En Huancayo se ha detectado varias promociones “Ernesto Che Guevara”.
También es necesario prohibir a los profesores utilizar las clases como espacios de ideologización, porque al colegio se va a estudiar no a adoctrinarse de marxismo.