“Nos falta previsión. Todo cuanto pasa se sabe que va a pasar, entre otras cosas porque lleva siglos pasando, pero nadie mira atrás para aprender (...) Somos egoístas e irresponsables, gobernados por chusma, gentuza que ve venir la tragedia y no hace nada porque está ocupada en campañas electorales, o en apoyos parlamentarios, o favoreciendo a su clientela, a sus mierdecillas, a sus lameculos y a sus compadres”, decía el periodista y escritor Arturo Pérez Reverte en su libro “Con ánimo de ofender”... Cualquier parecido con nuestra realidad no es pura coincidencia.
Hoy todo lo que sucede en algunas regiones del país se sabía que iba a pasar y no se ha hecho nada. Un buen informe de El Comercio dio cuenta que el Senamhi y el Cenepred alertaron sobre el peligro sobre el peligro de las lluvias desde setiembre del año pasado, pero solo el 1% de autoridades atendió a estas instituciones.
A manera de excusa para que no la cuestionen por su tardía reacción, la presidenta Dina Boluarte ha dicho hace poco: “¿Dónde estaban los presidentes anteriores?... (Mi gobierno) recién tiene 3 meses y en ese tiempo de servicio estamos poniendo todo el punche. No estamos para esperar 30 años más”.
Es evidente el hartazgo de la gente frente a las tantas muestras de negligencia, incapacidad y rapacidad de sus autoridades. Ante estos graves episodios en el norte y sur del país, producto de las intensas lluvias, los gobiernos en todos sus niveles no dieron nunca una respuesta a la altura de las circunstancias. Por eso, se vienen más conflictos sociales. En Piura, los alcaldes, respaldados por sus vecinos, anunciaron un paro regional el 18 de abril contra el Gobierno. “Dina, solo vienes a burlarte de Piura”, “Los ministros vienen a mentir. Estamos sufriendo, Piura tiene que declararse en rebeldía”, dicen algunos ciudadanos.