En los últimos meses, Arequipa presenta cierto letargo por la falta de proyectos de envergadura que cubran las expectativas de la población que eligió a sus autoridades hace más de un año, las mismas que no despiertan y demuestran falta de capacidad en el cargo.

Desde el gobierno regional no hay nada concreto. Majes Siguas II detenido y la puesta en funcionamiento de los tres hospitales, dejados por la anterior gestión, sigue en compás de espera, aunque el gobernador Elmer Cáceres consiguió la semana pasada el compromiso de la ministra de Salud, Elizabeth Hinostroza, para destrabarlos y cumplir con la implementación para atender a pobladores de Camaná, Chala y Cotahuasi.

Proyectos gestados y propuestos por la actual administración no existen, situación que preocupa y es clara demostración que no hay planificación para los siguientes años con obras de envergadura, salvo pequeñas aprobadas en provincias.

Situación similar situación pasa en la Municipalidad Provincial de Arequipa, sin obras de impacto y lo que es peor con problemas de siempre y sin solución, como es el caso de la implementación del Sistema Integrado de Transportes.

Anuncios y más anuncios se escuchan de las principales autoridades de Arequipa, como si existiera una competencia para ver quien formula el mayor número de ellos.

El gobernador regional y el alcalde de Arequipa tienen que bajar de la nube en la que viven y de una vez sean realistas, explicando las obras y proyectos planificadas para los siguientes meses, entendiendo que el tiempo pasa rápidamente y hoy por hoy nada favorable se observa para ambos.