El 13 de octubre, un portal de noticias informó sobre un proyecto de ley presentado por la congresista Milagros Jáuregui, que propone reemplazar la Educación Sexual Integral (ESI) por una que ella define como “científica, biológica y ética”. Esta iniciativa parece reflejar tanto su perspectiva como la de varios colectivos de padres, respecto al concepto de “identidad de género” que se encuentra en el Currículo Nacional de la Educación Básica, así como por contenidos sexuales inadecuados publicados por el Minedu hace varios años.

La educación sobre la sexualidad humana, de acuerdo al desarrollo evolutivo de cada persona, es esencial para la formación integral de los estudiantes. Lamentablemente, los avances logrados en la ESI (formulada y promovida cuando era viceministro de Educación) se han detenido. Casualmente, un día antes de leer la noticia mencionada, compartí un tuit: “El Minedu debiera promover la Educación Sexual Integral que viene desde el 2008. En los colegios debe coordinarse los contenidos entre los directivos y tutores con los padres de familia. El Minedu no debe polarizar el tema con los papás. Buscar puntos de encuentro”

No se debe eliminar el concepto de integralidad de la educación sexual, la cual tiene que ser así precisamente porque debe abarcar todas sus dimensiones humanas que son: i) La biológico-reproductiva, ii) la socio- emocional y iii) la ético-moral.

Es más, creo que estaremos de acuerdo en que se necesita una adecuada enseñanza de la ESI -insisto de acuerdo a cada grupo etario y contexto- para el desarrollo de una sexualidad saludable y responsable. Desde luego, previa coordinación entre el colegio y los padres de familia en un dialogo respetuoso de convergencia positiva.