Hoy se cumple un año de la fuga del delincuente dueño de Perú Libre, Vladimir Cerrón, quien al momento de ser condenado a tres años y seis meses de prisión efectiva por el caso Aeródromo Huanca, supuestamente tenía que estar en la mira de la Policía Nacional a fin de ser arrestado. Sin embargo, 366 días después -este año es bisiesto-, nadie logra dar con su paradero.

Los peruanos tienen razón para desconfiar de este gobierno, pues ha mostrado escasa voluntad de poner tras las rejas a un prófugo que a estas alturas bien podría estar en el extranjero, desde donde aprovecha su libertad para burlarse de quienes tendrían que arrestarlo y de todos los peruanos hartos de las autoridades corruptas.

Pero si por un lado hay dudas sobre la poca intención de detener a este hampón de parte de Palacio de Gobierno, sí hay la certeza de que la bancada congresal de Perú Libre y sus satélites no tienen el menor reparo en actuar en complicidad con el prófugo a fin de adecuar las leyes a su favor. Ya ni se ruborizan al hacerlo.

En Correo dudamos que Cerrón vaya a ser capturado en este gobierno, pues a mucha gente con poder no le convendría que hable. Con esto se está condenando a los peruanos, una vez más, a vivir con la sensación de impunidad al ver que quienes nos meten la mano al bolsillo, no la pagan gracias a movidas y arreglos políticos.