Con el crecimiento de menos de 1% el producto bruto interno (PBI) previsto por el Banco Central de Reserva para este año, no vamos a ninguna parte en lo que a lucha contra la pobreza se refiere. Es como tratar de irrigar y hacer fértil un desierto, con un balde de agua como los que se usan para lavar la ropa. No alcanza, y las consecuencias las pagarán los que menos tienen, precisamente cuando se advierte la llegada de un fenómeno El Niño de grandes proporciones.

Julio Velarde, presidente del BCR, ha señalado que los grandes responsables de esta cifra muy inferior a la calculada a inicios de este 2023, son los problemas generados por el clima a inicios de año especialmente en el norte del país (desbordes e inundaciones), y a la violencia promovida en diferentes zonas del país por grupos de izquierda que salieron en defensa del golpista Pedro Castillo y su camarilla de corruptos e incapaces, que aún hoy en el Congreso tienen escuderos.

Y mientras la economía está resentida y no crece al nivel que se necesita para atender las grandes demandas, este gobierno se encarga de dar pésimas señales como la de permitir que la quebrada Petroperú opere tres lotes en Talara. Es una de las razones por las que el exsindicalista Óscar Vera, hoy convertido en ministro de Energía y Minas, se encuentra al borde de la censura. Hace pocos días hubo un importante cambio en el gabinete, y sin duda este caballero debió ser uno de los primeros en salir.

El comunista de Castillo se fue por la puerta falsa hace casi un año y en este tiempo libre de este sujeto, mucho se ha podido hacer desde el gobierno de la presidenta Dina Boluarte para dar confianza a los inversionistas, que son los que realmente mueven la aguja del PBI. A eso se suma que el adelanto de elecciones y la inestabilidad que sola esa posibilidad genera, ya quedó en el olvido. Sin embargo, se ha optado por mirar a otro lado y más bien perder tiempo en defender a ministros indefendibles.

El frío PBI de este año repercutirá en los más pobres, en los que no encontrarán trabajo porque no habrá inversión, en la obra que no podrá hacerse, en la posta médica que no terminará de implementarse, en los niños con anemia que no serán atendidos antes de los tres años. El clima y la izquierda castillista tienen acá mucha responsabilidad, pero también un régimen que no termina de asentarse ni de definir un rumbo que brinde confianza a quienes ponen la suya para hacer caminar este país.