Si ya es indignante y dolorosa la terrible muerte de la joven Sheyla Mayumi Cóndor Torres (26), cuyo cuerpo fue encontrado en un departamento de Comas luego de haber sido seccionado por su victimario, lo es más si añadimos que todas las miradas apuntan a que el autor de este brutal crimen sería un efectivo de la Policía Nacional que tenía graves antecedentes por violencia y violación sexual en grupo, pese a lo cual seguía prestando servicios en el Escuadrón Verde.

Pero eso no es todo, al hecho de que esté involucrado el suboficial de nombre Darwin Marx Condori Antezana, se suma que la madre de la joven descuartizada pretendió en vano hacer la respectiva denuncia de la desaparición de su hija en la Comisaría de Santa Luzmila, en Comas. Como suele suceder, los agentes de dicha dependencia no le hicieron caso. Ni sus lágrimas de angustia y desesperación valieron para que se iniciara la búsqueda de la muchacha. Le dijeron que quizá se habría escapado con su enamorado.

Acá todo ha fallado de parte de la Policía Nacional. Por un lado, tienen en servicio activo y con un arma entregada por el Estado, a un sujeto que carga con graves denuncias. Está bien, aún no hay sentencia en su contra por el delito de violación, pero un sujeto así no puede estar en funciones. Los legalismos en favor de un imputado no pueden perjudicar a la ciudadanía que corre el riesgo de encontrarse en cualquier momento frente a un delincuente armado, que es nada menos que un policía.

De otro lado, ha fallado el sistema de denuncias en la Comisaría de Santa Luzmila. ¿Qué dice el comisario? ¿Qué pasa con el jefe de la Región Policial de Lima? En qué país estamos en que una madre desesperada va a suplicar porque su hija no aparece, y unos policías le cierran la puerta. ¿Se tomaron en serio el feriado largo por APEC? ¿Qué dice la Inspectoría de la Policía Nacional? ¿Existe? No es la primera vez que se hace público un caso de este tipo de inacción.

Imposible pensar en que vamos a poner freno a la criminalidad callejera si los propios policías son unos tremendos delincuentes y hasta asesinos; y si un ciudadano de a pie que llega a poner una denuncia con la que se podría salvar una vida, es rechazado por malos agentes que ojalá sean sancionados con el rigor que se merecen. El comando policial debe una explicación al país y a la familia de la víctima por estos hechos. Acá no es un tema ni de recursos, ni de malos jueces, ni malos fiscales. Es un asunto netamente policial.