“En una semana llegaron a mi país los Red Hot Chili Peppers, The Cure, Pet Shop Boys, Roger Waters, Pulp y Blur. Llenaron todos sus escenarios. Y así dicen que los argentinos estamos en la lona. Vamos mal, pero no tanto”. me dice un amigo desde Buenos Aires, como enrostrándome que otros están peor.

¿Nosotros estamos peor? Si bien es cierto que la inflación golpea fuerte a los argentinos, lo que deja por los suelos a los peruanos es la terrible coyuntura política. Si bien, tenemos crisis económica, resulta desolador cómo una nueva crisis política emerge, sumiendo al Perú en un caos que parece interminable. A pesar de los constantes llamados a superar los problemas que aquejan al país, nos encontramos atrapados en una pugna de poder absurda, patética y agotadora en el Ministerio Público, que arrastra al Congreso y al Gobierno. Y lo peor es que los hechos se están convirtiendo en una contienda para uso y beneficio de los intereses particulares de cada bando. La cantidad de cosas espantosas que se dicen para defenderse y atacar son interminables. Todo esto genera ruido, inestabilidad e incertidumbre.

El terremoto en la Fiscalía y las reacciones de la clase política han contribuido a generar más desconfianza en los inversores. Esta situación, a su vez, agrava la ya complicada recesión que actualmente enfrentamos. Lo más alarmante es la falta de reacción por parte del gobierno ante esta tormenta perfecta. El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, Jesús Salazar, fue contundente. “La crisis institucional en el Perú seguirá ahuyentando las inversiones privadas”, dijo. En tanto, otros gremios empresariales estiman que así no se podrá recuperar la confianza de los mercados.

Si los peruanos veíamos como lejanas estas peleas en la Fiscalía y los negociados en el Congreso, debemos preocuparnos más de lo que se debe porque al final esto afecta a nuestros bolsillos.

La reactivación económica y la estabilización del Perú no solo son posibles, sino que son necesarias. Es hora de que las autoridades políticas y judiciales pongan los intereses del país por encima de sus ambiciones personales. No es posible que sigan actuando en base a las mentiras que solo ellos mismos se creen.

TAGS RELACIONADOS