Pocas veces uno coincide con el comportamiento de la mayoría de las bancadas del Congreso de la República. Pero, el texto complementario al proyecto de ley del plan de reconstrucción, propuesto por el premier Fernando Zavala, tiene buenos aportes, aunque creo que se hubiera mantenido a los gobiernos regionales y locales como meros consultores.

Ha sido positivo que el Legislativo haya exigido a Zavala que incluya el control durante y después de la ejecución de las obras para la reconstrucción de las zonas afectadas del país. El proyecto inicial había cerrado las puertas a dicha fiscalización, ahora la Contraloría podría intervenir.

Asimismo, con relación a la celebración de contratos con las empresas para ejecución de las obras de reconstrucción, se deberá incluir de manera obligatoria las cláusulas anticorrupción y la resolución por incumplimiento. Tampoco se había previsto.

Aunque el premier haya dicho que los gobiernos regionales y locales también podrán ejecutar obras de acuerdo al plan y su capacidad de gasto, el Congreso le acaba de dar un poco de protagonismo a los gobiernos subnacionales. Por ejemplo, ahora las autoridades locales también pueden proponer y aportar al plan de reconstrucción, aunque sus ideas deberán ser evaluadas por la autoridad nacional. Ya que se les abrió la puerta al plan de reconstrucción, ojalá nomás no desaprovechen esta oportunidad de reivindicarse ante la población por su escaso plan de prevención frente al desastre natural.

Eso sí, no puedo estar de acuerdo con la postura del Frente Amplio, cuyos miembros decidieron no apoyar el plan de Zavala -aunque no lo acepten- con el único fin de hacer política de oposición más que de construcción. Por ejemplo, decir que el plan “no garantiza los derechos de las comunidades nativas y los pueblos indígenas” porque “se mantiene el Decreto Legislativo 1192, con capacidades de expropiación de sus tierras”.

En fin, nada puede ser perfecto. Además, como estamos en el Perú, dudo que en tres años acabe todo, pero ya es bueno que empiecen a chambear con menos política y más acción.