Existen APP en plena operación que revelan que el Estado, con la participación de privados, puede proveer servicios con mucha eficiencia
Existen APP en plena operación que revelan que el Estado, con la participación de privados, puede proveer servicios con mucha eficiencia

Está claro que la falta de servicios de salud de calidad no se debe a carencia de recursos, sino de cómo se gestionan estos en beneficio de los usuarios.

El presupuesto inicial destinado al 2022 del sector salud fue de S/ 22.945 millones, lo que representó el 11.6% del presupuesto público, 9.3% más que el periodo anterior. Y, hacia fines del 2022, la suma ascendió a S/31.652 millones. Vemos que plata hay.

Sin embargo, esto no se tradujo en grandes mejoras, pues se quedaron sin ejecutar más de S/3.300 millones, de acuerdo con el “Reporte eficacia del gasto público”, realizado por ComexPerú,

A esto se suma que el Estado administra casi 9 mil establecimientos de primer nivel de atención que no tienen la infraestructura ni equipamiento necesario, según la consultora Videnza.

De esos centros, la mitad (4.500 establecimientos) no cuentan con médicos y presentan un desabastecimiento crónico de medicamentos. Solo 1 de cada 2 establecimientos tiene disponibilidad de medicamentos mayor al 80%. Todo esto genera mayor carga a los hospitales de segundo y tercer nivel, que tampoco tienen la capacidad, el equipamiento ni el personal suficiente.

El profesor asociado del Departamento Académico de Economía e investigador del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, Rafael Cortez, señala que “tener más dinero, como en el caso peruano, no lleva a resolver muchos temas, entre ellos los de calidad de servicio y cobertura”.

Refiere que a nivel global, los sistemas de salud que funcionan mejor son los que han logrado, entre otras cosas, la denominada separación de roles y funciones. “Desde el modelo coreano hasta el inglés, y en muchos países de Europa, se han logrado separar los fondos de financiamiento de los servicios en la prestación, lo que ha permitido la participación del sector privado en la atención de la salud a través de las APP o Asociaciones Público Privadas.

Leonie Roca, presidenta de la Asociación de Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN), destaca que los beneficios de las APP van desde garantizar el mantenimiento de la infraestructura a lo largo de los años, hasta la mejora de la calidad del servicio, dado que los estándares son establecidos en los contratos y están bajo la supervisión de una empresa especializada contratada por EsSalud. Asimismo, asegura que el costo per cápita por paciente afiliado a los hospitales antes mencionados es menor al de otros que pertenecen a redes de centros médicos que no son administrados por una APP.