Avenida Los Chancas pasa  momento crítico por las lluvias
Avenida Los Chancas pasa momento crítico por las lluvias

Unas horas de lluvia fueron suficientes para dejar en evidencia que los vecinos de la avenida Los Chancas se encuentran en estado de vulnerabilidad ante los fenómenos naturales, que ya empiezan a causar estragos en la población huancavelicana.

En horas de la tarde del último domingo, una repentina precipitación alarmó a los vecinos que viven en el kilómetro 1 de Los Chancas, pues el agua formó un torrente que bajó por las escalinatas del pasaje Bermúdez y empezó a inundar una vivienda.

Los vecinos informaron el líquido ingresó a una casa de material rústico, ubicada en la misma esquina, afectando las pertenencias de un inquilino.

Para botar el agua y desviar el torrente que bajó por las escalinatas, tuvieron que romper un sardinel de la obra de pavimentación y sacar el desmonte que dejaron en el lugar.

Con lo ocurrido el último fin de semana, los vecinos del lugar que mantuvieron sus nombres en reserva, están preocupados, pues consideran que esta lluvia que no puede ser calificada como torrencial, sin embargo provocó daños inesperados que no ocurrían antes de que se inicien los trabajos de pavimentación.

Asimismo, se preguntaron qué pasaría si las precipitaciones son de mayor magnitud y duración.

Otra de las viviendas que sufrió problemas fue la de Alejandra Torres, a cuya casa no ingresó el agua, porque reaccionaron a tiempo para derivan las aguas que bajaron desde el sector de Santos Chocano.

“Del cerro baja agua como río y se acumula cerca de mi casa, que se preocupen, estamos perjudicados”, señaló Torres, añadiendo que si no acaban la obra será peor.

Además de lo que podría provocar las lluvias a la mayoría de viviendas que están a lo largo de la avenida, la calle es intransitable para las personas y vehículos.

Las familias que cuentan con tiendas, están obligadas a cargar sus mercancías desde el barrio de Santa Ana, porque los taxistas pretenden cobrarles más. De igual manera, los niños que salen a clases con los zapatos lustrados se ensucian a pocos metros de sus casas. “Ni el basurero viene, estamos abandonados”, mencionaron.