Huancayo: alumnos reciben clases en cochera y cuartos alquilados (VIDEO)
Huancayo: alumnos reciben clases en cochera y cuartos alquilados (VIDEO)

Hace más de un mes que Julia de 13 años dejó de ir a la escuela. No es la primera vez, el año pasado, también faltó a clases por varios meses, pero tras idas y venidas logró concluir el 4° de primaria. Hace un año y medio que el cáncer se llevó a su madre y sus tres hermanos menores quedaron a cargo de su padre, un peón de chacra que por trabajar de sol a sol, no puede cuidarlos.

El padre de Joaquin de 14 años está en la cárcel y su madre de la pura pena, se refugió en el alcohol.

El profesor, Moisés Marín Ramos, dice que buscó a los alumnos en sus casas. Sobre Joaquin nadie le dio razón, solo que viajó. El docente cree que las malas juntas lo perdieron. Mientras que Julia, no volverá a clases por un buen tiempo, ya que en su vientre alguien crece.

olvidados. La I.E. Nº 30035 San Francisco de Asís está ubicada en una de las zonas más pobres de Ocopilla, en el anexo de Tanquiscancha, distrito de Chilca. Joaquin y Julia son solo algunos de los estudiantes que provienen de hogares disfuncionales con problemas económicos y sociales que alberga este centro educativo con más de 30 años de creación. Pero, aunque parezca increíble, no tiene local propio ni ambientes adecuados y los casi 80 alumnos, divididos en dos grupos, reciben clases en una cochera y en los cuartos de una casa alquilada, solventada por los padres.

“Los padres, dependiendo del número de hijos pagan entre 10 a 15 soles mensuales. Es urgente una nueva infraestructura”, señala la docente de 3 y 4 años, Flor Huari.

A todos estos problemas se suma que este año, el propietario de la cochera donde estudian los alumnos los quieren desalojar, porque no le sale a cuenta lo que le pagan de alquiler.

dejadez. Durante años, las autoridades regionales y locales prometieron conseguirles un local y construir un plantel, pero ha pasado el tiempo y todo parece haberse quedado en el olvido.

Mientras se espera a que esa promesa se haga realidad, los niños y adolescentes provenientes de hogares indigentes, desplazados de Ayacucho y Huancavelica que viven en los cerros tienen que padecer entre la precariedad.

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