Mientras miles de cusqueños continúan su viaje a Lima, para participar de la denominada ‘Marcha de los cuatro suyos’, los que están a punto de partir reciben contundentes raciones de alimentos “No sabemos cómo les va a ir y hasta cuándo no van a comer”, resume la activista Rosa Quispe, mientras enfunda papas, arroz y algo de pollo en un plato hondo.
Decenas de estudiantes universitarios, voluntarios y hasta madres de familia, han tomado la plaza Túpac Amaru de Cusco, como punto de reunión y acopio de toda clase de ayuda que los cusqueños puedan brindar para los manifestantes que enfilan hacia la capital.
Sacos de arroz se mezclan con ollas de gran tamaño, bolsas de pan y no perecibles, en una gran cocina a campo abierto, el sofocante olor de la leña quemándose nos avisa que no son pocas las raciones que se preparan mañana, tarde y noche.
“Yo ya estoy vieja para protestar, pero puedo cocinar. Los chicos están luchando por todos, así que no me puedo quedar atrás, hoy vine solo para el almuerzo, pero mañana si me quedo todo el día”, cita Eufrasia Chipana, que dejó su puesto en la picantería cusqueña ‘El Sapito’, para preparar alimentos en Túpac Amaru.
Hasta el momento son incontables los cusqueños que han partido desde esta mítica plaza ubicada en el distrito de Wanchaq. Muchos más salen desde las provincias de Canchis, La Convención, Espinar, Chumbivilcas, etc. Todos se concentrarán en Lima este 19 de enero.
“Yo hablé con mis hijos y de las compras que habíamos hecho para el mes, les estamos partiendo un poco, tampoco todo, pero nos sentimos en la obligación de apoyar, no nos gustó cómo los balearon solo por protestar”, señaló René C.S. Mientras acercaba bolsas de fideos, avena y otros productos a una carpa de acopio en medio de la plaza.
En distintos puntos se notan cajitas de ‘apoyo’, vimos cómo los cusqueños sí colocan sus aportes, y no solamente en monedas. Los manifestantes mencionan que todas las noches juntan las cajas y cuentan los ingresos “Todo queda bajo acta y firmamos los presentes, no vayan a pensar que acá hay algo chueco, todo se va para la gasolina de los carros y lo que queda para parar la olla”, asiente solemnemente Wilfredo Vargas, dirigente local.
En la víspera los manifestantes asentados en Túpac Amaru mencionaron que lograron recolectar más de 23 mil soles, estos ya habrían sido repartidos entre los encargados de los convoyes que salen hacia Lima, el monto parece ser cuantioso, pero aseguran que en un par de pagos por comida o gasolina ese dinero desaparece.