Caos vehicular y desorden total cerca de La Parada
Caos vehicular y desorden total cerca de La Parada

Caos a la vista. Si bien el violento operativo policial que se realizó a fines de octubre cumplió con la finalidad de retirar a los comerciantes mayoristas del mercado de La Parada, el problema ahora es que no se tuvo en cuenta a los vendedores minoristas que trabajaban en los alrededores y dentro del centro de abastos ubicado en La Victoria.

En un recorrido realizado ayer por Correo, se pudo constatar que el cruce de las avenidas Nicolás Ayllón y 28 de Julio es un terrible caos, en el que cientos de buses y autos sufren un vía crucis para cruzar dicha intersección, especialmente en las primeras horas del día.

Mientras que en la cuadra 19 de la Av. Bausate y Meza, en la 30 de 28 de Julio y en San Pablo se encuentran los vendedores minoristas de todo tipo de verduras y tubérculos, quienes se mezclan con los vendedores de caldo de gallina, sánguches de todo tipo, entre otros potajes, a vista y paciencia de los efectivos policiales encargados de resguardar el "orden" en la zona.

Y es que los agentes del orden nada pueden hacer contra la avalancha de comerciantes que venden desde sacos de papas y cebollas hasta medio kilo de limón, pese a que hay una disposición legal que declara zona rígida los alrededores de La Parada.

Cabe señalar que hay grandes locales en donde se ubican los camiones que traen su mercadería para vender al por menor.

CARRETILLEROS. Los cientos de carretilleros que pululan por el lugar, al igual que las mototaxistas que trasladan las compras del día de los clientes que llegan desde antes de las 6.00 horas, son un tema aparte. Pues prácticamente pasan por encima de los productos que se expenden al ras del suelo; incluso chocan con algún distraído cliente que no está atento cuando cruzan a toda velocidad la vía pública atestada de productos de panllevar. Con ellos también se confunden los vendedores de ropa y zapatos usados.

De otro lado, una vendedora de comida al paso, como chuño y queso, dijo que lo único que quería era trabajar y que estaba dispuesta a ir a donde le dijeran con tal de que sea un lugar estable y con público para vender sus potajes.

"Susana Villarán nos prometió que no nos iba a desalojar. Vino aquí, se tomó fotos con varios de mis compañeros y ahora nos deja en la calle", precisó.

En cuanto a los precios de los productos, el tomate, la papa y el limón cuestan cada uno S/.1 el kilo y la yuca S/.1.20, entre otros.

En tanto, en el Mercado de Santa Anita no hubo mucho movimiento, pese a que además de la venta al por mayor se vende al por menor. Los camiones cargados de mercadería también venden directamente a los compradores.

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