La producción y comercialización del algodón Pima está en riesgo. Los representantes de la Dirección Regional de Agricultura de Piura (DRAP) aseguran que el cultivo piurano disminuyó por tres factores.
El primero es la baja productividad, causada por la falta de agua, que ha limitado el riego y permitido sembrar solo 860 hectáreas de las 2,955 planeadas.
El segundo factor es el aislamiento en el mercado, provocado por la baja producción, que restringe las oportunidades de comercialización. El tercero es la deficiencia de servicios agrarios, como la falta de asistencia técnica para los agricultores, lo que les impide acceder a prácticas agrícolas más eficientes y soluciones modernas que podrían optimizar la calidad y el rendimiento de sus cosechas.
Los 283 agricultores locales se han visto afectados por la falta de financiamiento para cubrir los costos del cultivo. Ellos obtienen un promedio de 100 quintales por hectárea (4 500 kilos), que tiene un valor de 20 500 soles. Este ingreso no logra cubrir los costos de producción, lo que agrava la crisis.
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La producción de algodón Pima de este año ha sido marcada por una ejecución significativamente menor de lo programado. Según los datos proporcionados por la oficina de estadística de la Dirección Regional de Agricultura de Piura (DRAP), de las 2955 hectáreas programadas para la campaña del presente año, solo se sembraron 860.
El ingeniero y gestor de la cadena productiva de algodón de la DRAP, Fernando Huertas More, explica que la baja productividad se debe a la falta de riego, una consecuencia proveniente del manejo inadecuado del agua y las limitaciones climáticas.
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De las 2,955 hectáreas programadas para el cultivo, un 20 % de ellas sufrió daños debido a que no se cumplió con los riegos esenciales para el cultivo.
A esta problemática, el especialista de la DRAP señala que se suma la baja asociatividad entre los agricultores de algodón en Piura, es decir, que existe una falta de organización para trabajar de manera conjunta en la comercialización y producción del algodón.
Actualmente, solo hay dos cooperativas en algodón: Costash y Copadex, lo que repercute negativamente y agrava la situación del algodón Pima.
La crisis también se manifiesta en la falta de asistencia técnica y en la capacitación, que impide que los agricultores accedan a prácticas agrícolas más efectivas. En lugar de utilizar semillas certificadas y técnicas agrícolas modernas, muchos agricultores dependen de semillas no certificadas (conocida como la “pepa”) y métodos de cultivos y riego que se quedaron desfasados, lo cual afecta la calidad y la rentabilidad de sus cosechas.
En medio de la crisis que azota al algodón Pima en Piura, César Ancajima, agricultor con 25 años de experiencia, revela el impacto de la falta de financiamiento y asistencia técnica en los pequeños productores.
Antes era rentable, pero ahora apenas logramos cubrir los costos, comenta desde Catacaos, donde solo pudo sembrar una hectárea este año, debido a la sequía y al aumento de los costos de producción. La ausencia de apoyo gubernamental y la amenaza de plagas como el gusano rosado agravan una situación que, según Ancajima, tiene a muchos agricultores atrapados en deudas y desmotivación.
(Esta nota ha sido elaborada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura. Colaboraron: Fabiana Burneo Arrieta, en redacción; Rosario Andrade Palacios, en fotografía; Kimberley Mlodzek Tello, en investigación; Bruno Alva Bayona, en fotografía).
