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No solo la disponibilidad de camas UCI es hoy un gran problema para la salud. La segunda ola de contagios de la COVID-19 también amenaza con provocar un desabastecimiento de oxígeno si el Gobierno no toma las medidas necesarias a tiempo.
La Adjunta para la Administración Estatal de la Defensoría del Pueblo, Alicia Abanto, precisó a este diario que, en este momento, no hay escasez de oxígeno. Sin embargo, si los casos aumentan dramáticamente por las nuevas variantes del coronavirus, estaríamos en problemas.
“Hay tres escenarios (de la segunda ola): leve, más probable, y dramático, según los estimados del Ministerio de Salud. Para el primero, necesitaremos al menos 1 millón 300 mil m3 de oxígeno cada día, cuando en la actualidad solo se produce en el país 800 mil m3”, precisó.
La adjunta de la Defensoría señaló, además, que en el peor de los contextos, necesitaremos 3 millones y medio de metros cúbicos de ese elemento, cada día.
“Lo que vemos ahora es un aumento en la demanda de oxígeno, pero no un desabastecimiento, porque en los hospitales y puntos de venta sí hay. Pero si los casos aumentan súbitamente, puede pasar lo mismo que con las camas UCI”, apuntó Abanto.
en el límite. Lo dicho por la Defensoría fue confirmado por la empresa privada, que empieza a sentir los estragos de la segunda ola.
La compañía Linde Perú, que produce y distribuye oxígeno medicinal, informó que alcanzó el 100% de su capacidad de producción y distribución. “Hasta el momento, se ha logrado cubrir todas las solicitudes de oxígeno que le han alcanzado los más de 300 establecimientos de salud que atiende a nivel nacional. Sin embargo, el crecimiento exponencial de los volúmenes requeridos en estos últimos días desborda sus mayores previsiones”, señaló a través de un comunicado.
La empresa precisó que su capacidad total de producción, actualmente, es de 200 toneladas por día, lo que representa un incremento de más del 300% de la demanda que se tenía antes de la pandemia.
Necesidades
La Defensoría del Pueblo indicó que el Estado debe invertir en oxígeno medicinal, camas hospitalarias, y camas UCI, para afrontar la segunda ola.
