La Contraloría General de la República dio aviso sobre la falta de profesionales técnicos responsables de la construcción y supervisión del acondicionamiento de la ampliación del Hospital Regional de Ica, que beneficiará a la capacidad de atención a pacientes COVID-19, situación que afectaría la calidad de la obra.
Los trabajos se iniciaron el 5 de junio y tiene un plazo de ejecución de 30 días calendario para concluir la obra, la cual tiene una inversión de S/1´111, 518.70. En este ambiente se habilitarán 12 camas UCI para atender a los pacientes con coronavirus que requieren ser aislados.
El informe de Orientación de Oficio N° 009-2020-OCI/5340-SOO, señala que este inconveniente ha causado un deficiente trabajo en la construcción de una de las zapatas para pedestal (cimentación con cemento para las columnas) encontrándose el acero doblado en forma anti-técnica, situación que al ser advertida por la Contraloría fue retirada por la empresa contratista.
Asimismo, se advirtió que el concreto de los pedestales, carecen de certificados de calidad respecto a su resistencia ya que, al ser sometido a un simple golpe con un martillo, se desmoronó.
A ello se suma que, si bien la entidad se comprometió a subsanar las deficiencias expuestas, estas requieren de procesos y trabajos adicionales que conllevan tiempo y recursos por parte del contratista; además de afectar la calidad de los materiales que pueden repercutir en la vida útil de la infraestructura.
El informe de control fue notificado oportunamente a las autoridades del hospital, que advierte además que durante la supervisión solo se halló a un encargado que indicó ser el asistente del residente de la ejecución de la obra.
Ante estas deficiencias, la Contraloría recomendó a adoptar acciones correctivas inmediatas para asegurar la calidad de la infraestructura.