Las encuestadoras no pudieron advertir el escenario político que afrontamos en las elecciones generales 2021. La segunda vuelta entre candidatos notablemente opuestos da a los politólogos mediáticos, que avizoraron otros resultados, una lección sobre la volatilidad del voto peruano.
Para el alcalde provincial de Arequipa, Omar Candia Aguilar, la llegada de una derecha o izquierda radical al poder es poco probable. El burgomaestre de la Ciudad Blanca da una opinión sobre la coyuntura y las posibles salidas de un país en dilema.
Siendo oficiales los candidatos que disputaran la banda presidencial, ¿qué reflejan los resultados? Esta segunda vuelta nos demuestra que en nuestro país y democracia hay una fractura social. No se han podido atender problemas estructurales que demuestran que tenemos dicotomías entre Lima y Callao y el resto del país, entre el centralismo y descentralismo, entre ricos y pobres, criollos y personas del sector rural. Hay una gran polarización que no permite avizorar una verdadera democracia de calidad y estable (…) hay una gran polarización que es un peligro. Puede llevar a escenarios de intolerancia y violencia.
¿Los aspirantes incluyen a las regiones en sus planes de gobierno? No hemos observado en primera vuelta que haya habido una discusión programática territorial con una vocación descentralizada. Creo que ambas propuestas en esta segunda vuelta tienen que identificar proyectos estratégicos de las regiones, del norte, sur, centro y oriente. Se deben asumir compromisos con las regiones que permitan a las autoridades y ciudadanos a exigir el cumplimiento de estos proyectos.
¿Qué requiere la región? Arequipa necesita que sea visible. Hemos tenido muy poca presencial del Gobierno nacional. Majes Siguas II, el puerto agroexportador, puerto Corío, el tren interoceánico, todo un conjunto de proyectos. Observamos en las elecciones que Lima y el Callao tiene opiniones totalmente diferentes que el resto del país. Una de las razones, creo yo, es la gran inversión que se centra en la capital de la República. Tiene la línea 3 del metro, 5 mil millones de soles, los panamericanos, 4 mil millones de soles. Ese tipo de inversión, que está bien que sea en Lima, pero también se tiene que generar en otras partes del país. Arequipa aporta al producto bruto interno más de lo que recibe del Gobierno nacional, eso genera una especie de desencanto en la población.
¿Cuál es la postura que deben tomar los candidatos? La segunda vuelta trata que la autoridad tenga mayor legitimidad de origen. Las posiciones extremas no pueden gobernar el país, sean de derecha o izquierda. Según las ciencias políticas, para que puedan ganar las elecciones se tiene que generar correlación de fuerzas, acuerdo políticos, ser flexibles en las agendas, lograr esa mayoría suficiente y dar a la población, derecha o izquierda, el sosiego que las futuras decisiones no van a generar ninguna afectación, sobre todo a la microeconomía.
Sobre el voto viciado… No es recomendable. Vas a anular la elección y no todo el proceso. Vas a convocar a elecciones con los dos partidos que han pasado a segunda vuelta. Lo que tenemos que hacer los peruanos es revisar los planes de gobierno y las identidades políticas, así decidir con cual propuesta se identifica.
Respecto a Tía María, hay un candidato que ha cerrado su propuesta contra el proyecto ¿Qué opinión le merece? Los proyectos mineros son importantes en el país, decir eso es no ver una realidad. El 60% de exportaciones son commodities, solo un 20% agroexportación. Pero para que cierren el circulo de su relevancia, tiene que haber un Estado fuerte que respete los derechos de la población y exija a la empresa el pago de tributos, eso no se ha dado. Los extremos no solo son los que dicen la minería no va, sino también lo que dicen que sí va.