Para los ambulantes en Navidad no hay Nochebuena

El reloj marca las doce de la noche, el sonido de los cuetecillos anuncia que es Navidad y muchos celebran la llegada del Niño Jesús en un ambiente cálido y agradable del hogar. Sin embargo, no muy cerca, están aquellos para quienes la fría acera de las calles o una carpa de plástico son los lugares comunes donde reciben la Nochebuena.

el viajante. Hace más de 10 años, José Campos (48) fue despedido de su trabajo. Teniendo tres pequeños que mantener y al verse sin trabajo, decidió invertir su liquidación en la compra y venta de ropa. Este negocio sirvió para que sus hijos puedan seguir estudiando y ahora que están en la universidad, José no para y viaja por los diferentes distritos ofreciendo su mercadería. “El trabajo es progreso, por ello tenemos que aprovechar estas fiestas ”, dijo.

reyna del picarón. Sus manos callosas y cansadas delatan su edad, pero la habilidad para preparar los ‘ricos’ picarones son las de una veinteañera. “Los tiempos ya no son los mismos, antes había más venta, lo único que no cambia es el frío y la lluvia que a veces cae por estas fechas, pero tengo que seguir adelante por mis nietos”, refiere la vivandera, Justina Paucar (70).

Depende de la rotación de horarios y esta vez le tocó al sereno Pablo Pariona (38), pasar la media noche de Navidad lejos de sus hijas, y del calor de su hogar, para estar al cuidado de la seguridad de la población. “El trabajo es peligroso, por estos días hay que estar atento con los delincuentes que esperan el menor descuido para robar”, añadió.