El Producto Bruto Interno (PBI) del Perú habría mostrado una crecimiento cercano al 5% en febrero respecto al mismo mes del 2021, según estimaciones basadas en indicadores adelantados publicados por el INEI. Según el reporte de Scotiabank, este resultado muestra no sólo una variación positiva de 2.9% respecto a la de enero, sino que también se sitúa 1.0% por encima de su nivel prepandemia (febrero 2020).
No obstante, la mayor parte de este incremento estaría explicado por un efecto base, pues en febrero del 2021 se registró una retroceso de 3.6%, la mayor caída de ese año debido a las restricciones instauradas ante el surgimiento de la segunda ola de COVID-19.
Por sectores
Los indicadores adelantados del INEI reflejan un estancamiento del sector minería e hidrocarburos (+0.1%). Por un lado, el subsector Minería, que habría caído en 2.2%, se vio afectado por la menor producción de zinc, que registro su séptimo mes consecutivo de caída, plata y plomo. Además, la producción del cobre descendió en 0.9%, mientras que el oro subió 1.4%.
Por otro lado, el subsector hidrocarburos, que registró un crecimiento de 13.1%, se vio beneficiado por un efecto estadístico favorable, pues en febrero del 2021 la la producción del sector se desplomó en 20.8%.
El sector pesca cayó en 21.1%, esto debido al menor desembarque de especies para consumo humano directo, en especial las destinadas a las industrias de congelado y enlatado. Asimismo, la pesquería de anchoveta se mantuvo cerrada en la región norte y centro, debido al período de veda, mientras que en la zona sur las capturas pasaron de 35,000 toneladas en febrero del año pasado a 41,000 toneladas este año.
Por su parte, el sector construcción continuó mostrando señales de desaceleración, luego de haber sido el de mayor dinamismo durante el 2021. A nivel desagregado, el consumo interno de cemento creció en 1.9%, esto gracias a la demanda de la autoconstrucción y de la inversión en infraestructura, mientras que el índice de avance físico de obras habría registrado una caída asociada al retroceso de la inversión pública durante febrero de 16.9%.
El sector servicios sería el que registraría el mayor crecimiento, beneficiado por un efecto base pues en febrero del 2021 se endurecieron las restricciones para la circulación de personas ante la llegada de la segunda ola de COVID-19. Por el contrario, a fines de enero de este año el Gobierno dispuso la eliminación del toque de queda, lo que benefició a rubros como restaurantes, bares, discotecas, entre otros.
Finalmente, el sector comercio se habría visto beneficiado del progresivo aumento del aforo en los locales comerciales luego de la flexibilización de restricciones a la movilización de personas que se impusieron previo a la llegada de la tercera ola del COVID-19 en enero del 2022.