El Perú enfrenta una brecha crítica en su mercado laboral: más de 200 mil puestos técnicos no están siendo cubiertos. Este déficit refleja el rápido crecimiento de sectores como minería, manufactura, metalmecánica, comercio y tecnologías digitales, que hoy exigen profesionales cada vez más especializados y actualizados.
Según la Encuesta de Demanda Ocupacional (EDO) 2025, el sector formal privado proyecta contratar 470 mil nuevos trabajadores, lo que representa un aumento del 48.1 % respecto al año anterior. Sin embargo, el sistema educativo técnico no está respondiendo al mismo ritmo. La Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana (DRELM) estima que el país necesita 300 mil técnicos al año, pero actualmente solo egresan 100 mil, dejando una brecha anual de 200 mil profesionales.
El mayor volumen de demanda laboral se concentra en las actividades extractivas (54.8 %), seguidas por servicios (25 %), industria (8.4 %), construcción (6.4 %) y comercio (5.3 %). Esta distribución evidencia la necesidad urgente de alinear la formación técnica con los sectores productivos más dinámicos.
Formación técnica: un reto estructural
Más allá de la capacidad del sistema educativo, otros factores agravan esta brecha. Entre ellos, la falta de información sobre carreras técnicas, la desconexión entre los planes de estudio y la realidad empresarial, y la rápida evolución tecnológica, que exige competencias en automatización, robótica, inteligencia artificial y ciberseguridad.
“No se trata solo de enseñar técnicas, sino de preparar a los jóvenes para adaptarse a los cambios del mercado, con teoría, tecnología y práctica alineadas a las propias necesidades de las empresas”, explicó Jorge Chávez, gerente académico de SENATI, institución líder en formación técnico-profesional en el país.
Para cerrar esta brecha, se propone un modelo educativo integral con tres pilares fundamentales:
- Carreras especializadas según la demanda sectorial real.
- Actualización constante de contenidos y perfiles profesionales.
- Formación práctica en empresas desde los primeros ciclos de estudio.
Alta empleabilidad y proyección de futuro
Chávez también destacó que la formación técnica representa una gran oportunidad para los jóvenes: “Quienes egresan tienen alta empleabilidad y sueldos competitivos que pueden ir desde S/ 1,500 hasta S/ 3,500 mensuales”.
El desafío de los 200 mil puestos técnicos no cubiertos puede convertirse en una oportunidad clave para el desarrollo del país, siempre que exista mayor difusión, articulación público-privada y visión estratégica en el fortalecimiento de la educación técnica.