Según cifras del Ministerio de Educación (Minedu), 7 de cada 10 colegios a nivel nacional requieren algún tipo de reforzamiento estructural. Para Rudolf Giese, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ciencias y Arte de América Latina (UCAL), promover la inversión privada, a través del mecanismo obras por impuestos, ayudaría a revertir esta situación y reduciría la brecha de infraestructura educativa en el sector público.
“Sabemos que actualmente un 60 % de los colegios a nivel nacional no cuenta con obras de saneamiento, es decir, que no tienen agua ni desagüe; una situación preocupante, más aún en el contexto de crisis sanitaria en el que vivimos. Es por eso que resulta urgente asegurar las condiciones mínimas para garantizar el retorno seguro a clases”, señala el catedrático de UCAL.
Retos y propuestas a corto y mediano plazo
Según explica Rudolf Giese a partir de un análisis realizado por el Observatorio de Ciudad de UCAL, en nuestro país el presupuesto asignado para la infraestructura de las escuelas no es suficiente para garantizar las condiciones adecuadas de seguridad estructural ante eventos sísmicos, el acceso a los principales servicios básicos (agua, desagüe, electricidad e internet), ni el mantenimiento de la infraestructura y mobiliario para el desarrollo adecuado de las clases.
“Existe una brecha de 110 mil millones de soles para cubrir la demanda de infraestructura educativa requerida en el país. Al ritmo de inversión anual que hace el estado en infraestructura, necesitará aproximadamente 30 años en poder cerrarla y así lograr que nuestros estudiantes vayan a colegios seguros y adecuados para potenciar sus aprendizajes. Ya conociendo el problema, se pueden plantear algunas alternativas de solución”, puntualiza Giese.
- Mayor participación del sector privado: Promover la inversión privada podría garantizar el avance rápido en el mejoramiento de las instituciones educativas. “El sector privado puede cumplir un rol importante en la generación de infraestructura educativa pública, mediante el mecanismo de obras por impuestos”, explica el experto de UCAL. Desde el estado se debe incentivar que el sector privado se sume a esta iniciativa adelantando el 50 % del pago que corresponde al impuesto a la renta, para que sea destinado a las obras públicas, en este caso para la construcción de nuevas escuelas y para el reforzamiento de las escuelas existentes.
- Profesionales innovadores: El rol de los profesionales es clave para cerrar la brecha educativa y mejorar las condiciones de los estudiantes. Giese propone formar equipos multidisciplinarios para realizar análisis técnicos de los locales y proponer las mejoras necesarias. “En UCAL nos enfocamos en la formación de jóvenes con un pensamiento transdisciplinar y un alto grado de sensibilidad social que les permita comprender la realidad para así proponer soluciones alineadas a estas problemáticas”, explica Giese.
- Condiciones básicas para el retorno a las aulas: Las instituciones educativas deben establecer protocolos claros que permitan a la comunidad educativa saber cómo reaccionar frente a un sismo, garantizar la higiene y mantener el distanciamiento.
“Es indispensable que los colegios pasen por una evaluación que permita garantizar la seguridad estructural de la edificación, asimismo deberán contar con servicios higiénicos en buenas condiciones, provistos de agua y desagüe, así como como también deberán contar con electricidad e internet; Las aulas y demás espacios de aprendizaje deberán contar con una adecuada ventilación cruzada que renueve el aire constantemente. Además, las instalaciones deben garantizar el acceso universal para personas con capacidades diferentes”, concluye Rudolf Giese.
“La única manera de salir adelante en este contexto es si trabajamos juntos bajo un mismo objetivo. Garantizar un retorno seguro a las aulas es algo prioritario y desde la academia tenemos un rol fundamental que esperamos sea tomado en cuenta”, finaliza el especialista de UCAL.