A más de dos años de producido el derrame de petróleo en el mar de Ventanilla, el principal implicado en el desastre ensaya una nueva estrategia legal, según lo dio a conocer un medio de comunicación.

Según el informe, la refinería La Pampilla, propiedad de la transnacional Repsol, demandó a la sociedad Fratelli D’Amico Armatori S.P.A., propietaria del buque Mare Doricum, por presuntamente generar el mayor desastre ecológico registrado en Perú.

En virtud de la demanda, presentada el pasado 12 de enero, la compañía solicitó una indemnización de US$197,5 millones, más intereses, por la “inejecución de obligaciones y responsabilidad”.

No se libra

Si bien la empresa tiene la libertad de demandar a quién crea conveniente, eso no la exime de su responsabilidad con la justicia peruana, explicó a Correo César Ipenza, abogado especialista en materia ambiental.

“Es muy seguro que se trata (la demanda contra la propietaria del buque) de una estrategia legal para decir que no son responsables de todo el impacto e indemnizaciones, pero no se salva”, explicó.

Ipenza además recordó que en la vía civil, Repsol puede ser sancionada con multas de 10 mil UITs, dependiendo de los cargos que se le imputen.

Además, en la vía penal, los implicados en el derrame puede ser sentenciados por el delito de contaminación agravada con una pena carcelaria de 6 años.

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