El encarcelado ex presidente Alberto Fujimori regresó el último miércoles al penal de la Diroes, tras permanecer internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la clínica Centenario Peruano Japonesa, ubicada en el distrito de Pueblo Libre, a causa de un cuadro de taquicardia.
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Por medio de su cuenta de Twitter, Fujimori manifestó ayer que experimentó un “gran susto” ante un inminente infarto. En este sentido, remarcó que “no era mi hora todavía” y agradeció la solidaridad “de amigos de todo el Perú”.
Además, el sentenciado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta acusó que hubo un retraso en su traslado al centro médico, que pudo “generar un desenlace fatal”. “No me explico por qué DIRSEPEN (Dirección de Seguridad de Penales de la PNP) no me llevó en una unidad policial que estaba a la mano”, reprochó.
Cabe recordar que el hijo del ex mandatario y congresista naranja, Kenji Fujimori, sostuvo que el “ping pong de expectativas” sobre una eventual liberación de su padre desencadenó un deterioro en su salud.
Precisamente fue el Ejecutivo el que puso en el tapete un posible arresto domiciliario a favor de Fujimori. El portavoz oficialista Carlos Bruce dijo, a título personal, que liberaría al ex presidente, mientras que el mandatario Pedro Pablo Kuczynski lo secundó al mencionar que estaba evaluando el caso.
Ello no fue bien recibido por la bancada de Fuerza Popular (FP), la cual, a través de su vocero Luis Galarreta, exigió que no se manoseara la situación carcelaria de Alberto Fujimori y culpó al gobierno de “usar políticamente el tema”. Para el bloque naranja, la forma institucional de poner fin a este caso es que PPK le otorgue el indulto al ex jefe de Estado.
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Por su parte, la lideresa de FP, Keiko Fujimori, anunció que presentará un hábeas corpus a fin de conseguir la libertad de su padre. A su juicio, la sentencia en contra de Alberto Fujimori fue “prefabricada en parte en el extranjero recurriendo a sofismas legales”.
Dicho recurso judicial ya ha sido presentado sin éxito en cuatro ocasiones anteriores, desde el 2009, año en que Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta.