Un mensaje al grupo de Whatsapp del último Gabinete Ministerial del vacado expresidente Pedro Castillo, enviado a las 10:46 a.m. del miércoles, fue el inicio de las horas más convulsas que ha enfrentado el ex jefe de Estado.
En el texto, la entonces premier Betssy Chávez Chino convocó con urgencia a todos los ministros.
El asombro cundió entre los miembros del Gabinete, pues un día antes se acordó que irían a Palacio de Gobierno a las 2:00 p.m. para la antesala de lo que iba a ser el debate en el Pleno del Congreso de la tercera moción de vacancia presidencial.
La defensa técnica de Castillo, incluso, se había preparado para tal ocasión, al igual que los cuatro ministros que tenían pensado pronunciarse en el hemiciclo.
“Señores apersonarse inmediatamente a la PCM (Presidencia del Consejo de Ministros)”, escribió Chávez Chino.
Algunos acataron rápidamente la orden, otros, solo se comunicaron por teléfono. Cuando llegaron, fueron conducidos por personal de seguridad a la puerta de Palacio. En ese momento surgieron varias interrogantes.
Roberto Sánchez (Comercio Exterior y Turismo), Alejandro Salas (Trabajo), Heidy Juárez (Mujer) y Eduardo Mora (Producción) se encontraron en la Sala Quiñones.
Pero quienes estuvieron desde muy temprano con Castillo en su despacho fueron Betssy Chávez, el expremier Aníbal Torres, Gustavo Bobbio (Defensa) y Willy Huerta (Interior). En ese momento también estaba presente una reportera de TV Perú.
Al respecto, en diálogo con el programa Al estilo de Juliana, el gerente de Prensa del canal estatal, Roberto Wong, confirmó que la entonces jefe de Gabinete estuvo presente por lo menos en parte del funesto mensaje a la nación.
Sin enterarse de lo que ocurría, los ministros contemplaron al exmandatario más nervioso que de costumbre. Portaba en sus manos algunos documentos.
De acuerdo con fuentes palaciegas, Luis Mendieta, exasesor técnico de Castillo y quien siempre elabora las sus discursos, aún preparaba el texto para el Legislativo. Incluso, a los que llegaban les pedía aportar algunos datos más o correcciones.
A las 11:50 a.m., Castillo pronunció su mensaje a la nación, en el que sin asidero jurídico anunció el cierre intempestivo del Congreso.
Las quejas surgieron de inmediato. Los ministros le pidieron a Castillo explicaciones. Al interior se escuchó: “Eso que ha hecho usted es un grave delito, presidente”.
Castillo Terrones consumido por el pánico, no respondió nada y se levantó tembloroso de su sitio.
Uno que otro ministro cogió sus cosas y salió de la Casa de Pizarro, para luego renunciar al cargo al que hace solo dos semanas juraron.
La última en renunciar fue Chávez, quien publicó en sus redes sociales, a las 2.00 p.m. un documento informal sobre su dimisión.
Fuentes de este Gabinete afirman que quien elaboró el discurso del ex jefe de Estado fueron Chávez y Torres. Incluso, aseguraron que la presencia de los ministros de Defensa y del Interior era para consolidar el apoyo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, lo que nunca ocurrió.
DIO LA ORDEN.
Nuestros informantes añadieron que Castillo pidió apoyo a los ministros para el cierre del Legislativo, porque creía que la vacancia iba a prosperar e, incluso, llamó a la Policía de Palacio para que intervenga a la fuerza el Parlamento y desalojen a los congresistas.
Esto no ocurrió -refirieron-, porque una orden de ese calibre debían conversarla primero con su comando.
“Bobbio, es uno de los que le metió cuento de que tenía respaldo de los militares”, agregaron las fuentes.
La decisión no fue consultada al Consejo de Ministros. No hubo acta y mucho menos una cita previa. “Por eso Castillo se quedó solo”, afirmó nuestro informante.