La Cancillería peruana aseguró que las elecciones presidenciales y parlamentarias de Nicaragua, que se desarrollaron el último domingo 7 de noviembre, “no cumplen los criterios mínimos de elecciones libres, justas y transparentes que establece la Carta Democrática Interamericana”.
A través de un comunicado, detalló que nuestro país “ha seguido con preocupación los acontecimientos previos” a dichos comicios, pues “vulneran su credibilidad, la democracia y el Estado de Derecho y merecen el rechazo de la comunidad internacional”.
“El Perú ha apoyado las resoluciones adoptadas en la Organización de los Estados Americanos para evitar esa grave situación, así como todos los esfuerzos colectivos dirigidos a favorecer el restablecimiento del diálogo y el entendimiento entre los nicaragüenses, la liberación de los candidatos y presos políticos y la implementación de las reformas electorales acordadas”, señaló.
Así, la Cancillería detalló que dentro de esa línea, el Perú seguirá trabajando en el Consejo Permanente de la OEA, que integran Nicaragua y los demás países del continente.
Refirió que la finalidad es “preservar el derecho del pueblo nicaragüense de celebrar elecciones libres, justas y transparentes” en consonancia con la Carta Democrática Interamericana y de “contribuir a una solución pacífica y sostenible a la crisis política en ese país”.
Como se recuerda, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, consiguió este lunes un cuarto mandato consecutivo, tras lograr un 75% de los votos, en unas controvertidas elecciones en las que no tuvo una real competencia, con siete aspirantes opositores actualmente detenidos.
Una vez escrutados los votos de la mitad de las mesas electorales, la presidenta del Consejo Supremo Electoral (CSE), Brenda Rocha, precisó que en segundo lugar, muy alejado se sitúa el candidato liberal -señalado como colaborador del gobierno- Walter Espinoza, con 14,4% de los sufragios.
Tras llegar al poder por las urnas en 2007, Ortega, quien el jueves cumplirá 76 años, asumirá otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), junto a su poderosa esposa Rosario Murillo (70), en la vicepresidencia por segunda vez.