Para Alejandro Cavero, sesionar en el Congreso hasta la madrugada es percibida por la ciudadanía como un “proceder poco transparente y hasta subrepticio”. (Foto: Diana Chávez/ archivo GEC)
Para Alejandro Cavero, sesionar en el Congreso hasta la madrugada es percibida por la ciudadanía como un “proceder poco transparente y hasta subrepticio”. (Foto: Diana Chávez/ archivo GEC)

La bancada de Avanza País, a iniciativa del congresista Alejandro Cavero, presentó un proyecto de ley donde propone que las sesiones del Pleno no se realicen de madrugada.

Se trata de la , que plantea modificar el artículo 510 del reglamento del Congreso de la República para limitar las horas de sesiones y agrega un párrafo en los siguientes términos:

“Ninguna sesión podrá llevarse a cabo después de las 11:59 p.m. ni antes de las 7:00 a.m., salvo los casos en que la urgencia del tema lo amerite o ante previo acuerdo de la Junta de Portavoces”.

En la exposición de motivos se señala que a los parlamentarios se les cuestiona que “sesionen a espaldas del pueblo”, situación que es inverosímil pues en el reglamento del Congreso, no se encuentra plenamente establecido sobre el horario de las sesiones del pleno y/o otras comisiones.

Refiere que algunas veces, por la enorme carga de trabajo de los legisladores en comisiones y en el Pleno, se ven en la obligación de sesionar hasta altas horas de la noche, dada la congestión de proyectos de ley por aprobar en cola.

“Así, sesionar hasta altas horas de la madrugada logra el resultado exactamente opuesto al de la transparencia”, detalla al precisar que dicha acción es percibida por la ciudadanía como un “proceder poco transparente y hasta subrepticio”.

“Solamente en casos extraordinarios sesionar toda la noche se justifica cuando existe un plazo que cumplir y resulta estrictamente necesario extender el debate. Tal podría ser el caso de la Ley de Presupuesto para el Sector Público. Otros ejemplos pueden venir de emergencias nacional, como fue el fenómeno del Niño Costero que ameritó la creación de una autoridad autónoma y que fue aprobado por el Congreso en 24 horas, que entonces sesionó hasta las 6:00 a.m”, subraya.

“Hay urgencias que obligan a sesionar en horas en las que ni la prensa ni la población pueden ser plenamente partícipes pero esa decisión debe darse sólo como excepción y no como regla general”, agrega.

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