El mal hábito y la trampa de ciertos legisladores que contrataban a sus amigotes y allegados bajo la modalidad del empleado ad honórem pero que cobraban producto del recorte salarial a los trabajadores formales se terminó.

El anuncio lo hizo el propio presidente del Congreso, Javier Velásquez Quesquén, al revelar que en el reciente caso de la parlamentaria de UPP Margarita Sucari, se habría detectado que uno de sus trabajadores empleado ad honórem decía que no recibía salario pero tenía credencial del Congreso.

"He decidido cancelar esa modalidad, no sólo en los despachos sino en comisiones y grupos parlamentarios. O son visitantes en el Congreso, o son servidores que tienen relación laboral directa", precisó.

Velásquez Quesquén agregó que el problema es que estas personas que no tienen vínculo laboral? no son sometidas a control de asistencia ni de tardanzas.

Ayer, el titular del Parlamento ofreció una breve rueda de prensa junto al contralor Genaro Matute para anunciar el inicio de una auditoría a la planilla del Congreso, conformada por 900 empleados de confianza y 600 trabajadores estables.

Matute, por su parte, adelantó que luego de la evaluación que realizarán, podría haber consecuencias administrativas y penales para los responsables.

Mencionó que si algún empleado o funcionario es víctima de un recorte irregular de sueldo, puede acercarse a la oficina institucional adscrita al Congreso o a la propia Contraloría para formalizar su denuncia.

Antonio Manco
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