Una funcionaria del (TC) y su asistente se sumaron a las acusaciones de maltrato contra el magistrado , luego de las realizadas por la secretaria general de la institución, Susana Távara.

Según informó el programa ‘Panorama’, las denunciantes son Milagros Morales Soto, especialista en el área de Protocolo con más de 20 años trabajando en el TC y su asistente, una practicante que prefirió no dar su identidad.

Morales Soto narró que Espinosa-Saldaña debía asistir a una sesión de la Comisión de Venecia y luego a una actividad en la ciudad de Doha, en Qatar. Para ingresar a este último país se necesita una visa especial.

El magistrado del TC se encontraba realizando una escala en Frankfurt, Alemania, donde se enteró de esta situación que Milagros Morales Soto solucionó en cuatro horas, luego de comunicarse con la Cancillería y la embajada peruana en Qatar.

Sin embargo, a pesar de esta habilitado para viajar a ese país, Espinosa-Saldaña se negó a abordar el avión asegurando que no tenía un documento que acredite dicha visa, a pesar de que todo ya estaba coordinado con las autoridades competentes.

El magistrado del TC envió una carta al entonces presidente de la institución, Manuel Miranda Canales, pidiendo la destitución de Morales Soto porque “se la ha ganado por su irresponsabilidad, incompetencia y absoluta ausencia de un mínimo de profesionalismo en las tareas que se le confiaron”.

"Definitivamente el doctor escribió esa carta en un momento de mucha furia, cólera, malestar e indignación, pero fue excesiva porque él pedía mi destitución y hay canales de sanción, llamadas de atención, por escrito, suspensión, una semana, 10 días, pero él pidió de frente mi destitución", aseveró la funcionaria.

Al día siguiente Milagros Morales fue enviada de vacaciones por 30 días y a su regreso fue remitida a la oficina de contabilidad y tesorería a escanear documentos. Tras ello, le anunciaron que sería transferida al Centro de Estudios Constitucionales.

La asistente de Morales Soto también sufrió maltratos de parte de Espinosa-Saldaña cuando este le pidió información sobre el XI Congreso Iberoamericano de Justicia Constitucional.

Al llegar a la oficina del magistrado, la trabajadora sufrió los gritos de Espinosa-Saldaña por supuestamente demorar demasiado y por haber entregado información equivocada. "No voy a precisar las frases que le dijo pero sí fue bastante humillada, la gritó de la peor forma, incluso hasta quería que se vaya en ese momento, en ese momento", indicó.

“En ese momento por poco y no la sacan con policías, la señorita se tuvo que ir evidentemente y eso causó mucha conmoción en el tribunal porque la señorita era conocida, gozaba del cariño de practicantes”, añadió Morales.