Una nueva columna de opinión fue la trinchera desde donde el congresista Kenji Fujimori lanzó nuevas críticas, probablemente las más fuertes hasta la fecha, hacía su propia hermana, Keiko Fujimori, y su partido, Fuerza Popular, quienes, afirma, están secuestrados por los dirigentes.
El menor de los Fujimori Higuchi, en el texto, asegura que el nuevo proceso disciplinario que le abrieron en el partido naranja, el que ayudó a "fundar recogiendo 800 mil firmas por todo el Perú durante dos años", no tiene como objetivo suspenderlo de sus derechos partidarios, sino expulsarlo.
"¿Acaso me honró el pueblo peruano, pregunto, por dos veces con la primera votación en el Congreso -en homenaje y recuerdo de mi padre- para verme sometido a la dictadura de quienes se han encaramado en los cargos dirigenciales de mi partido? ¿No es suficiente sanción acaso ver al partido que ayudé a fundar tomado por estos pretendientes y a nuestra lideresa, mi hermana (Keiko Fujimori), secuestrada", reza la columna Gritos desde el silencio.
Kenji Fujimori destaca también que todo comenzó por su silenciosa protesta "contra ese régimen de terror que mantiene a mis amigos prisioneros", en alusión a la denominada 'ley mordaza'.
"Me pregunto ahora si debo entrar a sabiendas en la trampa de consumir (su vida y su trabajo) en el objetivo pequeño de litigar contra las mezquindades de quienes pretenden despojarme de los medios que el pueblo me dio para servirlo", asegura Fujimori.
Su conclusión, finalmente, es que se defenderá ante el "tribunal inquisidor y no permitirles tan fácilmente botarme de mi casa".