Angustiado y con un rosario en mano, así esperaba el periodista Mauricio Fernandini durante la lectura de la resolución del Poder Judicial (PJ) frente al pedido fiscal de 36 meses de prisión preventiva en su contra, por haber formado parte del pago de sobornos y la trama de corrupción en el Ministerio de Vivienda durante la gestión de Pedro Castillo.
Al cierre de esta edición, todavía no habían indicios para dar cuenta de que una prisión preventiva para el comunicador, para la empresaria Sada Goray, así como para Pedro Arroyo Marquina y Roger Gavidia Johanson, expresidente del Fondo Mivivienda y exjefe de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales (SBN), respectivamente.
Incluso, el juez Raúl Justiniano todavía no había iniciado con la exposición de los cinco presupuestos que son el sustento para definir si se dicta o no una medida de prisión preventiva.
Tras una audiencia que se extendió por más de cinco horas, el magistrado decidió suspender la sesión y retomarla hoy a las 15:30 horas.
El primer presupuesto que deberá exponer el magistrado son los graves elementos de convicción, es decir, demostrar la existencia de un delito y su vinculación con el imputado; el segundo es la prognosis de la pena que tiene que ver con la proyección de que la pena a imponer será mayor a los cuatro años en caso de llegar a un juicio y el tercero es el peligro procesal que incluye el peligro de fuga y/o obstaculización.
El cuarto elemento es la proporcionalidad, idoneidad y necesidad de la prisión preventiva, mientras que el último es fundamentar el plazo de la medida requerida.
Para dictar una orden de prisión preventiva, los cinco elementos deben cumplirse.
DEMORA
Al promediar las 4:15 de la tarde, el juez Raúl Justiniano Romero inició la audiencia. Sin embargo, decidió leer de manera completa todas las evidencias que presentó la Fiscalía para sustentar el caso.
Es así que recordó que la organización criminal estaría liderada por el expresidente Castillo e integrado por otros altos exfuncionarios. La red criminal se habría formado con la finalidad de concretar actividades ilícitas.
Mientras se daba lectura de todos los hechos, la empresaria Sada Goray y el periodista Fernandini se mostraban inquietos en sus asientos.
Por momentos, los investigados intercambiaban algunas palabras con sus abogados al oído o mediante papeles.
Además, el juez dio lectura a las declaraciones de varios colaboradores eficaces, declaraciones testimoniales, actas obtenidas de fuente abierta, registro de visitas y documentos de nombramientos de funcionarios.
También reiteró detalles ya conocidos del caso, porque la Fiscalía los había explicado en diferentes audiencias, así como aspectos que los medios de comunicación también habían difundido.
Como se recuerda, el fiscal Freddy Niño Torres tardó cerca de dos semanas para sustentar su requerimiento de 36 meses prisión preventiva contra los cuatro implicados.
Tras cuatro horas de lectura, el juez Raúl Justiniano dio un receso de unos minutos y retomó a las 8:26 de la noche.
Al retomar la sesión, continuó con la lectura de más elementos de convicción de la investigación.
Es importante precisar que el Ministerio Público (MP) investiga a los personajes mencionados por la presunta comisión de delitos como organización criminal, cohecho y tráfico de influencias.
La extensa y tediosa lectura del magistrado es similar al método del juez Richard Concepción Carhuancho, quien se caracterizaba por lecturas maratónicas con los casos del expresidente Ollanta Humala y Keiko Fujimori.
